Florentino Pérez eleva el tono contra la UEFA y el madridismo le sigue

El acto celebrado en Valdebebas se cierra con un apoyo histórico al presidente

Hoy era uno de esos días que Florentino Pérez tenía marcado en rojo en su calendario: 20 de noviembre. La Junta Directiva presentaba las cuentas anuales y debía ver como los socios compromisarios (los cerca de 2000 que representan a los más de 100.000 socios del Real Madrid) daban el ok a los presupuestos planteados por la Junta para esta temporada 2021-2022.

Pero Florentino, que conoce perfectamente de la importancia que tiene no solo el qué comunicar si no también el cómo, no ha desaprovechado la ocasión para mandar varios mensajes a las personas e instituciones con las que el club tiene disputas abiertas. De todas estas batallas en curso, la que se llevado la palma ha sido, como no, la UEFA y su veto a Real Madrid por el inicio del proyecto de la Superliga anunciada la pasada primavera.

Cuando Florentino Pérez ha pronunciado en el atril del palacio de baloncesto de Valdebebas aquello de “igual hay que recordar a la UEFA quién es el Real Madrid” el público allí reunido no ha dejado continuar al máximo dirigente de los blancos y este ha tenido que esperar casi un minuto a que los incesantes aplausos y los cánticos se detuviesen para poder proseguir con su mensaje. El Madrid no da por perdido el proyecto continental y así lo ha hecho constar su presidente en el día D y a la hora H.

Ahora bien, el apoyo de los socios a su presidente se ha podido ver, además de en los aplausos, en las propias votaciones: las cuentas de la temporada 2020-2021 fueron aprobados con el 99,76% del apoyo, al igual que el presupuesto de la presente temporada, donde tan solo se obtuvieron tres votos en contra y una abstención sobre un total de 1666 votos.

El Real Madrid está con su presidente y seguirán a este hasta donde les lleve, eso ha quedado demostrado hoy en la ciudad deportiva merengue. Ahora bien, Florentino Pérez sabe que este apoyo será muy complicado de mantener con un segundo año sin títulos y, aunque en la Asamblea del año que viene ya estará el Nuevo Santiago Bernabéu inaugurado, si no hay para entonces trofeos que llevarse a la boca los aplausos podrían tornarse en incómodos silencios, o peor aún, en pitos y pañoladas que el veterano presidente ya ha vivido en el pasado.