Florentino, obligado a romper con 14 años: ni los KOs de CR7 y Zidane dolieron tanto en el Bernabéu

La estrella del Real Madrid se diluye y se difumina, llegó el momento de otro plan

El Real Madrid y sobre todo Carlo Ancelotti tenían un plan más o menos infalible… hasta los tres pitidos de ayer de Burgos Bengoetxea en el Camp Nou. Un partido no sirve para reafirmar un indicio, pero una dinámica alarmante y continuada sí basta para confirmar lo que muchos analistas y aficionados blancos ya apuntaban hacia Florentino Pérez, el KO del ídolo, del capitán, está acelerándose y su paso a un lado, aunque más doloroso que el de CR7 e incluso Zinedine Zidane, es necesario. No es un bache, es un síntoma.

Chispa y conceptos

Sí, Karim Benzema no está empezando a dar señales de flaqueza, es que su retroceso como crack mundial está en su momento álgido y con todos los minutos que le da Carlo Ancelotti este proceso de degradación se está acelerando alarmantemente para el Real Madrid. Su vocación de 10 le lleva, falto de chispa, ritmo, potencia y frescura, a diluir el ataque eléctrico que promete Vinicius; Benzema ya no lo acompaña. Entiéndannos, hablamos de un jugador único, con una lucidez impropia de un jugador de su envergadura, con la genialidad del 9 con capacidad para organizar, crear, asistir y golear, pero su estado físico, posiblemente también mental, lo lleva a que ya no sea tanto en ninguna de sus infinitas capacidades.

Otra vez

El choque de ayer en Camp Nou no es un toque de atención para Florentino Pérez con El Gato, es una confirmación sobre un proceso natural: el mejor jugador del Real Madrid de las últimas temporadas se apaga. ¿Significa eso que no debe renovarlo el mandatario? Rotundamente no, no solo tiene que proponérselo, sino que tiene que hacer todo lo que esté en su mano, en nuestra opinión, para que se quede, pero reconociendo que Benzema ya no puede ser en el Madrid ese único recurso partido tras partido en la punta de ataque. Simplemente, no está para tanto.

Conceptos

Los síntomas son claros. Sus desmarques ya no son al espacio, sino dando un paso atrás, buscando la asociación y privando al equipo de un rematador, ese que exige el mejor jugador en el uno contra uno del mundo. A veces esto ayuda, ¿pero siempre? Por eso nunca busca el primer palo el francés, porque no llega. Benzema es tan bueno que no se esconde, aparece en muchas franjas, solo que ya no tiene la potencia que requiere recibir, tocar y lanzarse a rematar. Cuando cabe la posibilidad del pase del gol no se le encuentra en la posición idónea. Tampoco gana segundas jugadas y ha perdido su presencia en el juego aéreo, por no hablar del gol, cuyos números en minutos de juego son preocupantes. A la vez, sus lesiones se han multiplicado, fruto de su desgaste y edad: esta temporada se ha perdido ya 13 partidos con al menos 7 lesiones, mientras que en toda la 21/22 se ausentó en 10 partidos, con 5 lesiones. En 46 partidos hizo 44 goles y dio 15 asistencias en la campaña precedente; en esta lleva 19 y 5 asistencias en 29 choques.