Florentino con dudas sobre Sergio Ramos: arde Madrid tras la Supercopa

El presidente blanco no lo tiene nada claro, se viene culebrón de los buenos

Desde luego que la sorprendente derrota frente al Athletic de Bilbao no ha sentado nada bien en el seno madridista. Florentino Pérez está harto de que muchos jugadores se pongan gallitos a la hora de renovar y luego no hagan méritos para demostrar que sí que se merecen ese aumento salarial.

El envite de las semifinales de la Supercopa de España no solo ha puesto de manifiesto las innumerables carencias que tiene el conjunto blanco en el juego, ya que también muchos jugadores que dudan de su futuro cada vez dejan más fríos al presidente con su rendimiento, entre ellos, Lucas Vázquez y Sergio Ramos.

El gallego no vale para el Real Madrid eso está claro. Por mucho que la gente lo intente ocultar, el canterano merengue es el jugador ideal para dejarse el alma en el campo, pero en los referente a sus cualidades es un completo drama para los intereses del equipo.

Pero con Sergio Ramos la historia es distinta. El central sevillano finaliza su presente contrato en el próximo mes de junio y, a pesar de que Florentino Pérez le ha puesto sobre la mesa una oferta de renovación con el mismo salario, el capitán blanco quiere percibir dos millones más de los que cobra actualmente, aunque el presidente no se bajará del burro a menos que el andaluz haga méritos para ello, algo para lo que no parece ir bien encaminado.

No cabe la menor duda de que el central camero es uno de iconos de la historia del Real Madrid y de que atesora un liderazgo y un carisma que nadie puede igualar en Europa, pero su rendimiento está dejando mucho que desear. Para más inri, varios colosos europeos le llevan tirando la caña en los últimos meses para tratar de convencerle y, si llega una oferta lo suficientemente jugosa en lo salarial para él, será el mismo Florentino el que le enseñe la puerta de salida.

La situación es insostenible en Chamartín y el presidente blanco tiene que ir tomando decisiones drásticas si quiere devolver al club, algún día, el prestigio que ha ganado a lo largo de su historia. Para ello, el mandamás deberá tejer hilos y dar salida a los jugadores que no estén comprometidos totalmente con el club (a expensas del salario) y completar la plantilla con jugadores que sí tengan esas ganas de honrar el escudo: Sergio Ramos cada vez con más papeletas para abandonar en junio.