Fijo para Santi Denia y Míchel espera anunciar su regreso invernal al Girona en los próximos días
La situación del jugador exige un cambio de rumbo y el Girona quiere volver a ser su destino en esta temporada
Uno de los futbolistas fijos para Santi Denia es, a la vez, uno de los posibles refuerzos que maneja, por multitud de motivos, Míchel y la operación puede tomar un rumbo favorable en los próximos días si la situación del joven futbolista del Barça no mejora.
Esos motivos argüidos en las líneas iniciales y que cuadran al Girona tienen que ver con la buena relación entre Míchel y el jugador del FC Barcelona en cuestión, que no es otro que un Pablo Torre, el cual esperaba mucho más protagonismo del que está teniendo en el club azulgrana.
Relación excelente con Míchel y Montilivi
Todo lo bueno con lo que se presentó el de Soto de la Marina este verano en Barcelona y que le hace ser fijo en la selección española Sub-21, y quién sabe si con proyección en la Absoluta de La Roja, lo obtuvo de su crecimiento la pasada campaña en el equipo rojiblanco y por eso y por su falta de minutos en can Barça, nos dicen que su entorno presiona al Barça para salir, al menos en calidad de cedido, como la temporada pasada, durante el próximo mercado de fichajes de invierno.
Por otro lado, Míchel conoce al jugador y sabe lo que puede darle, ya que lo tuvo a sus órdenes durante la 23/24, de modo que, si el jugador busca minutos y el Girona necesita más calidad en la zona de creación, Torre es un excelente argumento en lo que resta de LaLiga EA Sports.
Los hechos con Flick son claros
Esta temporada en el Barça está siendo la de la cantera, donde el club ha apostado por el talento de La Masía, sin embargo Torre no está en esos planes, lo que equivale poco menos a invitarlo a una salida.
Si se fijan, Marc Bernal (lesionado) iba a ser lo que ahora es Marc Casadó en el esquema de Hansi Flick, pero Torre, que inició la pretemporada jugando mucho, ha pasado de largo en la rotación, incluso cuando había muchas e importantes bajas en la plantilla culé, y ahora que los De Jong, Gavi y compañía han vuelto, sus oportunidades menguan a pasos agigantados. Y como prueba, los hechos: no ha jugado ni un minuto en los últimos cinco partidos del Barça (dos de Champions y tres de LaLiga), y esa sí es la señal que le debe llevar de vuelta a donde le quieren, en Montilivi.