Esto puede ser el fin: Jude Bellingham, Kylian Mbappé y Rodrygo Goes tocan fondo y están hartos

Carlo Ancelotti no ha conseguido hacer que funcione el equipo, pero ha hecho algo más grave: que tres de los mejores del planeta no estén contentos

El Real Madrid no estaba bien antes del Clásico y no lo está después. Esto tiene que ver con lo anímico, con lo estructural, pero sobre todo con lo táctico, donde Carlo Ancelotti va dando palos de ciego con varios de los mejores jugadores en su puesto del planeta. Prueba de ello, la hallamos en Jude Bellingham, Kylian Mbappé y Rodrygo Goes, que esta temporada se disuelven.

Un abismo desde la pasada campaña

Los mapas de calor del inglés, sus cambios de posiciones y funciones y su rol en el equipo han destruido al que fue sin lugar a dudas el mejor jugador del Real Madrid de la primera mitad de la 23/24 y parte de la segunda. Y no nos referimos a los goles y asistencias, a los tiros a puerta y ocasiones generadas por el británico, que también, sino al desgaste al que lo somete su actual posición (que no tenemos muy clara), donde no genera peligro, no marca y se desespera.

Y qué decir de Mbappé, un jugador tan bueno como desnaturalizado desde que vistió de blanco; a decir verdad, desde que acabó la pasada campaña. Diseñado para jugar en la izquierda de Vini Jr., el francés adolece de otros problemas, algunos personales, pero muchos otros de entendimiento sobre la pizarra de Carletto, la cual no le ha encontrado su sitio. Su frustración va en aumento; en poco tiempo, el que se decía era el mejor jugador del mundo parece uno más.

Rodrygo, el señalado

Por si fuera poco, como sucede con Güler, Endrick, Brahim y un largo etcétera de futbolistas jóvenes y de la cantera, la llegada de las nuevas caras ha llevado a Rodrygo a un papel menor. Sin embargo, ya ante el Barcelona se destapó la verdad: el de Osasco es necesario y no solo en ataque, por todo lo que aporta, sino en defensa, donde ayuda y mucho al repliegue.

Así, en tiempo récord, Carletto ha hecho que Bellingham, Mbappé y Rodrygo, tres de los mejores del planeta, estén frustrados, sean criticados y no encajen.