Escándalo inocultable de Florentino en la negativa de Haaland y Mbappé

El mandatario, tras el primer tropiezo del Madrid esta temporada, debe enfrentarse a esta realidad: injustificable

Durante dos temporadas el Real Madrid, por orden expresa de Florentino Pérez, mantuvo un perfil de gasto bajo, restringido, en varios mercados de fichajes, una decisión que, ahora, a unos días de una Copa del Mundo, puede no haber sido resaltada en su justa medida. Básicamente porque es ya un escándalo que el presidente del club blanco no puede ocultar y donde Erling Haaland y Kylian Mbappé juegan un papel capital. No les quepa duda, el futuro del Madrid en todo ello es oscuro.

Sí, es cierto que esta noticia llega sin disimulos acentuada por el empate de ayer del Madrid en el Santiago Bernabéu ante Osasuna (1-1), por el que pierde el liderato ante el Barcelona, y que, muy probablemente, el hecho de sacar a la luz esta vergüenza de Florentino justo en este momento se tache de cierto resultadismo dicho énfasis, pero nada más lejos de la realidad y, a la vez, es pertinente hacerlo justo en este instante. Dicho de otra forma: nos compete hacerlo porque es un hecho que ya no puede ser ocultado y que graba a fuego en Florentino una equivocación de época.

Dejando un lado el choque de ayer en el coliseo blanco, donde el juego y las alternativas tácticas del Madrid y Ancelotti fueron, de nuevo, pobres. Hay que desviar la mirada desde la capital de España unos cientos de kilómetros hacia el norte para poner en situación al lector con respecto a este escándalo. Y es que inevitable mirar a Mánchester, previo paso por París, para señalar sin disimulos el grave, gravísimo, error de cálculo de Florentino.

En él, Haaland es el eje y Mbappé el móvil. Nos será útil volver a esa remarcada austeridad merengue para, ahora sí, situar al lector; sobre ella uno se da cuenta, y el Madrid así lo ha reconocido, que ese ahorro venía dado más que por las obras del Bernabéu, que también, por el fichaje de un 7 del PSG que, al parecer, había prometido verbalmente a Florentino vestir de blanco. Con ello el mandatario se consagro a la perdición en un fracaso histórico: uno, porque confió parte del futuro deportivo del club de Chamartín a la mera palabra de un chico, el 10 de les bleus, que resultó no tenerla; y dos y más importante, con esa apuesta clausuró las opciones del Madrid con Haaland, que no quiso ser segundo plato de nadie. Hoy, Haaland no es que sea más efectivo que Mbappé, que lo es, sino que ni el francés es blanco ni nadie, ni siquiera Florentino, puede ocultar que, al menos en cuanto a números, estamos con el noruego ante un jugador que ya está marcando una época posiblemente nunca antes vista en el balompié… y lo hace fuera de Madrid. Culpar a Florentino del giro en los acontecimientos del caso Mbappé no sería del todo justo con el mandatario, lo que sí es achacable es que no mirara la opción de Haaland con el mismo énfasis y que, al menos, las meras palabras de Mbappé no fueran aceptadas sin sospechas.