Es oficial: El Madrid se reinventa ¡Los blancos cambian su símbolo!

Modificación brutal en la entidad que puede ser diferencial

En los 118 años de historia del Real Madrid no se había visto un cambio de imagen y de símbolo semejante como el que ahora promueve Florentino Pérez y la junta directiva; uno que, de ser exitoso, será marcado a fuego en la epopeya del club hasta el momento más laureado de todos los tiempos. Resulta hasta lógico pensar en esta propuesta dadas las circunstancias, pero lo cierto es que (de aceptarla las diferentes federaciones y organismos responsables de las competiciones que aún restan por jugarse esta temporada para los blancos) sería una revolución que quedará para su historia.

Sí, porque las próximas páginas que escriba el club de Chamartín serán, para bien o para mal, las que narren las paredes de Valdebebas y no las del Santiago Bernabéu. Las obras que está sufriendo el coliseo blanco, curiosamente, van viento en popa con la cuarentena impuesta por el Gobierno de España en todo el país, y el hecho de que las fechas que se están manejando para retomar las competiciones incluyan medidas provisionales en las que el fútbol con público no son opciones válidas, desde la Casa Blanca han planteado que es innecesario jugar en un campo que va contrarreloj para lucir su nuevo rostro, por lo que el Alfredo Di Stefano será el nuevo símbolo oficial de los partidos merengues.

Este cambio de sede está a la altura de las modificaciones que ha ido sufriendo el escudo del club, el cual en sus inicios tuvo un trazado muy diferente, hasta 1908, donde adquirió el redondeado o 1920, donde se generó el actual. No siempre fue así, ya que en época republicana incluso pudimos verlo sin corona, algo que se ha difundido erróneamente en redes sociales en los últimos tiempos, muy dados a propagar fake news como esta. No, el cambio de imagen no va por ahí, el escudo blanco es el que es y por estatutos es inamovible. 

Lo que sí es una certeza es que esta sería la cuarta mudanza del Madrid como club desde sus inicios en el Velódromo de Ciudad Lineal, donde disputó en los años 20 partidos ante los 8000 espectadores que permitía aquella vetusta sede. La segunda estancia, mítica, fue en el difunto Viejo Chamartín, con capacidad para 15000 aficionados, obra de Carlos López-Quesada, y cuyo nombre ha perdurado en la historia de la entidad madrileña.

Ahora, con las obras del Bernabéu, el Alfredo Di Stefano puede ser el escenario de la primera liga española conquistada lejos del Bernabéu, con permiso del Barça, desde que el club, de la mano del presidente que da nombre al complejo, inaugurará su estadio en 1947. Por entonces, el visionario mandatario merengue decidió que fuera Os Belenenses el equipo invitado para pasar a la posteridad como el primer visitante del coliseo blanco. Si la liga se reanuda en mayo, concretamente el día 11, el primer visitante del cuarto estadio madridista sería el Eibar.