"Es un fracaso y hay que decirlo ya".Críticas contra la esperanza del Barça

El jugador holandés vino para ser un jugador diferencial y pasa desapercibido en las grandes citas

El empate frente al Nápoles ha dejado a muchos jugadores tocados en el Fútbol Club Barcelona. Y no nos referimos a físicamente, que también. Han quedado marcados por la opinión publica y por el propio cuerpo técnico. El cabreo que tenía Setién con Vidal en el vestuario era tremendo. Con Junior Firpo comienza también a desesperarse. Pero donde todos están poniendo el foco es en el medio del campo. Frenkie de Jong comienza a ser un azucarillo que se derrite en café caliente.

El holandés llegó el pasado verano avalado por su gran año en el Ajax de Ámsterdam. Con el equipo tulipán llegó hasta semifinales de la Champions y tan solo una heroica remontada del Tottenham les privó de jugar una final europea de nuevo. Ya jugaron la Europa League frente al United hace 3 temporadas.

Empezó cuajando buenos partidos, demostrando que tiene mucho fútbol y sobre todo que tiene un físico espectacular. Es des esos jugadores, como Fede Valverde, que engañan a simple vista. Pero poco a poco se ha ido diluyendo. El cambio de entrenador tampoco le ha sentado bien. Valverde le daba más libertad y sobre todo le dejaba recibir en zonas más bajas del campo, Setién le priva de tanta movilidad y transita zonas donde el balón no llega con tanta frecuencia que antes.

Para muestra un botón. Frente al Nápoles Busquets dio 173 pases, De Jong solo 53. Muchos ven que no es solo cuestión del estilo. “El jugador no se ha adaptado bien a lo que le pide Setién. No entiende el juego de posición donde le coloca el cántabro. Sufre a la hora de mantener la estructura y trastoca el juego”, dicen desde las oficinas de Barcelona.

Para muchos culés la lectura es mucho más sencilla: “No es tan bueno como dicen”. Ha pasado con el resto. Van De Beek este año ha bajado su rendimiento. De Ligt ha generado muchísimas dudas en la Juventus de Turín. Llegó a ser suplente hasta la lesión de Demiral.

Setién y De Jong deben trabajar juntos para encontrar su posición y su juego. El equipo le necesita más que nunca.