Era una alternativa a Gerard Piqué, pero el Barça borra su nombre

Diego Carlos fue uno de los nombres que más sonaban para cambiar de aires este último verano. Y lo cierto es que tuvo ofertas para hacerlo, pues varios clubes importantes se fijaron en él, y quedaron impresionados, viendo su gran rendimiento en las filas del Sevilla. Ahí, llegó hace poco más de un año, como apuesta personal de Monchi, que hablaba maravillas de sus cualidades, pero siendo un completo desconocido. Y de nuevo, dieron en el clavo.

En el olvido está la gente que criticó la fuerte inversión que hicieron por él, pagando 15 millones de euros al Nantes. Muy atrás quedan los seguidores que tenían dudas acerca de si sería un fichaje acertado, ya que la diferencia de nivel entre la Ligue 1 y La Liga Santander es bastante grande. Pero poco tardaron en darse cuenta de que estamos ante uno de los mejores jugadores del planeta en su puesto, sin duda. Y fue clave en la consecución de la Europa League.

No solo por su solvencia y su seguridad defensiva, si no también por su gol de chilena, ante el Inter de Milán de Antonio Conte, en la gran final. Eso si, hay que decir que, después de la pandemia, su rendimiento bajó considerablemente, y destacó más su compañero en la zaga, Jules Koundé. Y lo cierto es que no se ha vuelto a ver el 100% del brasileño, que fue convocado por Tite para la selección absoluta, pero que todavía no ha podido hacer su debut.

Y eso es algo que ha generado muchas dudas en el Barça. Ya las tenían, debido a su elevado precio, que rondaría los 60 millones de euros, y a su edad, 27 años. A parte, muchos señalaban que no se adaptaría al juego de los de Ronald Koeman, pues físicamente es un portento, pero técnicamente tiene bastantes carencias. Aunque de nuevo estuvo en la órbita tras la grave lesión de Gerard Piqué, y se especulaba con su contratación en el mercado invernal.

Confiaban que los hispalenses le dejaran salir mediante una cesión con una opción de compra, devolviendo el favor que les hicieron con Ivan Rakitic.

 Pero se han negado, y, a parte, en el Camp Nou han perdido el interés.