El sueño imposible de Florentino Pérez para el medio campo es este
Tiene un objetivo para el Real Madrid
Florentino Pérez siente la necesidad de reforzar el centro del campo del Real Madrid en un futuro muy cercano. Algo que no es ningún secreto ni ningún capricho, si no toda una necesidad, pues en la plantilla, Zinedine Zidane solo dispone de cuatro jugadores para tres puestos. Casemiro no tiene relevo, Luka Modric y Toni Kroos ya superan la treintena, y Fede Valverde está teniendo problemas con las lesiones. E Isco Alarcón se irá lo antes posible.
Con los cedidos, tampoco se cuenta, ya que Martin Ödegaard es una incógnita, y Dani Ceballos está en la lista de transferibles. Hace falta, pues, como mínimo un fichaje, y el presidente tiene un anhelo para esa zona. Porque uno de sus sueños y de sus futbolistas fetiche es Joshua Kimmich, con el que le encantaría contar, si bien sabe lo tremendamente complicado que es. Aún y así, está dispuesto a probar suerte, quizás no este verano, pero si más adelante.
El canterano del Stuttgart, donde coincidió con su actual compañero Serge Gnabry, con el que ha ganado absolutamente todos los títulos posibles a nivel de club, tuvo que superar una cesión al RB Leipzig, cuando estaba en la 2.Bundesliga, para consolidarse en la élite. Y ahí fue donde llamó la atención del Bayern de Múnich, que pagó unos ocho millones de euros para hacerse con sus servicios. Una cifra que ahora se antoja ridícula.
Sobretodo, viendo la evolución que ha tenido. Coincidió con Pep Guardiola un año, y le puso como central, pero, juegue como lateral derecho o como centrocampista, es uno de los mejores del planeta. Tiene una inteligencia bestial, una técnica y una visión de juego de otro nivel, es rápido, tiene liderazgo… en resumen, un galáctico con todas las letras. Sin duda, en el Santiago Bernabéu tendría cabida, y más, viendo que solamente tiene 26 años, recién cumplidos.
En el Madrid tiene una baza para llevarse al internacional alemán: su contrato, que solo se extiende hasta 2023. Tratarán de convencerle para que no lo renueve, y, por lo tanto, pueda llegar el próximo año.
O pueden esperar a que termine, como con David Alaba.