El Real Madrid descubre a su propio Anssumane Fati en la cantera

El pobre partido del Real Madrid ante la Real Sociedad, al menos, dejó algunas buenas noticias. Una de ellas fue ver el gran choque que hizo Raphaël Varane, que se recuperó de su pobre actuación ante el Manchester City de Pep Guardiola. Otra, el regreso de Martin Ödegaard, que, además, partió como titular, si bien no acabó de estar cómodo, y todavía necesita de más adaptación. Pero, sin duda, lo mejor fue ver a dos canteranos debutando en La Liga Santander.

Algo que no ocurrió desde que Zinedine Zidane le dio la oportunidad a su hijo Luca, hace ya un par de cursos. En esta ocasión, los privilegiados fueron dos jugadores del año 2001, que, por lo tanto, hasta hace solo unos meses eran juveniles, si bien ya estaban en dinámica del filial. Pero formaron parte del equipo que conquistó la UEFA Youth League, la primera en su historia, dirigidos por el mítico Raúl González Blanco. Los elegidos fueron Sergio Arribas y Marvin Park.

Del primero se hablan maravillas, y es un centrocampista ofensivo de gran visión de juego y toque de balón. Pero apenas pudo demostrar nada, ya que ingresó al césped en el tiempo de descuento, sustituyendo a Vinicius Junior. Pero el segundo sí que tuvo más tiempo, y tocó bastantes balones, pues dispuso de poco más de 20 minutos para demostrar su valía, sentando a Rodrygo Goes. Una muestra de la confianza que en el club tienen en él.

Porque saltó al campo antes que otros cracks que han costado un dineral, como Luka Jovic, o de jugadores contrastados, como Borja Mayoral. Se trata de un extremo nacido en Las Palmas, pero de padre nigeriano y madre sudcoreana. Una mezcla muy exótica, al igual que su forma de jugar, pues es un extremo muy rápido, desequilibrante y eléctrico, con gran habilidad para el regate. Le traicionaron los nervios, pero estuvo cerca del gol.

En el Madrid desean verle más de cerca, y están convencidos de que puede asentarse en la élite. Se trata de su propio Anssumane Fati, salvando las distancias, claro, pues uno ya está consagrado, y otro no deja de ser una promesa que acaba de debutar.

Cuidado.