El paso en falso de Xavi, Laporta y Alemany por Leo Messi, un triple sacrificio y un mar de lágrimas

El Barça, de poder afrontar el fichaje del argentino, deberá vender y alguna pieza es un disparo arriesgado

El Barça va a por Leo Messi. Este hecho, que a más de uno sorprende dada la precaria situación del Barcelona y que más de uno ve como inviable, todavía tiene muchas etapas por quemar antes de ser real y algunas de ellas son propuestas muy arriesgadas. De todas ellas, Xavi Hernández, Joan Laporta y Mateu Alemany, ahora junto a Deco, saben que hay dos que van a cambiar el Barça actual tal y como se conoce.

El factor deportivo

Uno de los asuntos que los principales detractores de este movimiento ven y argumentan es precisamente el estilo de juego de Xavi. Con presiones intensas sobre la salida de balón rival y el equipo culé muy abierto para forzar al adversario a romper su orden táctico, parece casi un suicidio en los esfuerzos introducir en ese esquema un jugador como Leo Messi, que si bien nunca ha sido muy sacrificado en los esfuerzos defensivos, menos puede serlo ahora a su edad.

Salidas razonables

Otro punto que resulta determinante para encajar a Messi, más allá de que este tenga que bajarse bastante el suelo que ha venido percibiendo en Barça y PSG, es la venta de jugadores que pueden dejar dinero en caja en el mercado de fichajes pero no son imprescindibles para Xavi Hernández; léase el caso de Ansu Fati, Kessié y Ferran Torres. Es verdad que la salida de Busquets ha liberado masa salarial, pero ahora hace falta un sustituto y los nuevos sueldos de Balde o Gavi van a marcar el precio que se necesite por las ventas, que no será bajo.

Lo más duro y arriesgado, por venir

Dicho todo lo anterior, las cuentas para muchos con Messi no salen si no hay un traspaso millonario, donde ya entraríamos en terreno de jugadores clave para el entrenador, como Frenkie de Jong, Raphinha y Ousmane Dembélé. Los tres son futbolistas clave en el bloque y el que más prescindible es de los tres, el brasileño, es el que más se niega a salir, donde además su agente, Deco, ha entrado a formar parte del organigrama de la entidad. Europa, la gran asignatura pendiente, es una plaza dura y una plantilla debilitada puede costar caro.