El motivo real por el que Laporta quiere prescindir de Koeman en junio
El presidente estaba esperando a algo así para poder actuar en consecuencia. Tres semanas para tomar la decisión final
La primera temporada de Ronald Koeman como entrenador del Fútbol Club Barcelona está dejando un sabor bastante agridulce: por un lado hay una clara mejoría y una aparición nada desdeñable de chavales jóvenes que ilusiona y hace pensar que un nuevo ciclo está próximo. El título obtenido hace tan solo unos días refuerza esta idea y da esperanzas a un club que el pasado agosto se llevó uno de los mayores palos de su historia con aquel 8-2 endosado por el Bayern Munich.
Sin embargo, hay dos cosas que pueden provocar que el holandés no finalice su contrato con el Barça, ese que le une al club azulgrana hasta junio de 2022. La primera es que Koeman no es la idea que Joan Laporta tenía para el banquillo cuando se decidió a volver a presentarse a las elecciones el pasado verano. Esto es importante pero no decisivo, ya que Laporta no quiere prescindir de nadie solo porque él, personalmente, prefiera a otra persona. Es por ello que el actual presidente esperará para apretar el botón del despido a un momento en el que tenga argumentos de peso para ello y habiendo llegado a una final de Supercopa de España y con una Copa del Rey bajo el brazo, no parece el mejor momento.
Ahora bien, la memoria en el fútbol es muy corta y con la derrota del pasado jueves frente al Granada en el Camp Nou el bueno de Koeman le empezaba a dar motivos para ese cese adelantado que Laporta no ha descartado en su fuero interno: cada partido decisivo o con rivales de entidad de la presente temporada el FC Barcelona de Koeman lo ha perdido (con excepción de la final frente al Athletic). Esto es: los dos partidos frente al Real Madrid, el partido de ida contra el Atlético de Madrid, la final de la Supercopa de España, el partido de vuelta en la liguilla de Champions League contra la Juventus de Turín y la eliminatoria de octavos disputada con el Paris Saint Germain.
Todos y cada uno de esos duelos este Barcelona los ha perdido, dejando un poso en el aficionado de que, aunque hay brotes verdes, el equipo aún no está para competir con los grandes y esa piedra pesa en el zapato de Koeman. Laporta esperará unas semanas para ver como gestiona Koeman estas tres semanas finales pero, a día de hoy, parece difícil que continue si no consigue hacerse con el título de LaLiga. Laporta ya tiene su razón y argumento principal para el cese preparado.