El mayor golpe a Simeone está preparándose en el Real Madrid

Florentino Pérez lo cocina a fuego lento

Joao Félix sigue sin carburar en el Atlético de Madrid, y muchos ya han perdido la paciencia y la fe en que algún día logre sacar todo su potencial. Muchos le comparan con Sergio ‘el Kun’ Agüero, que llegó siendo también una gran promesa, pero que, a diferencia del portugués, brilló con luz propia desde el primer momento. Y eso que el equipo con el que se encontró no tenía nada que ver con el actual, pues era mucho menos competitivo y ambicioso.

Los más de 120 millones de euros que tuvieron que pagar por el ganador del Golden Boy de 2019 van camino a ser una losa insoportable. Llegó con la misión de hacer olvidar a Antoine Griezmann, y no solo no lo ha logrado, si no que ni siquiera ha conseguido hacerse con un puesto como titular. En su primera temporada tenía la excusa de que necesitaba un tiempo de aclimatación, y que físicamente no estaba a la altura de lo que le pedía Diego Pablo Simeone.

Pero ahora, ya debería de estar rindiendo al 100%. Ha tenido tiempo de sobra para adaptarse, pues ya ha pasado un año y medio desde su aterrizaje, pero nada. Tuvo un tramo bastante bueno, en el que parecía que al fin iba a explotar, pero todo ha quedado en una falsa alarma. A sus 21 años, no parece entender lo que le pide el ‘Cholo’, y se muestra muy desconectado del resto de sus compañeros. Lógico que los grandes partidos los ves desde el banquillo.

Pese a que su club es líder en La Liga Santander, no está feliz, y el ‘Cholo’ tampoco está satisfecho con el ex del Benfica. Por lo tanto, salvo sorpresa mayúscula, de nuevo será suplente en el derbi de este fin de semana, en el que se medirán al Real Madrid, en una jornada clave para sus aspiraciones. Un encuentro en el que Florentino Pérez intentará sacar provecho para negociar por Joao Félix, cuya contratación se planteó muy seriamente en su momento.

Un golpe que sería definitivo para Simeone. Aunque, eso si, cuesta creer que en el Wanda Metropolitano quieran negociar con su gran rival.

De ilusiones también se vive.