El Madrid de Ancelotti, enfermo de muerte: OK a la purga inaplazable

¿Saben que el Real Madrid disparó 26 veces más que el Sheriff, su primer verdugo de la temporada, aunque en Champions League? ¿Y que el equipo blanco sacó 13 saques de esquina por ninguno de los moldavos o que la posesión merengue fue de un 68%? Indudablemente la derrota del Madrid ante el conjunto de la Divizia Naţională fue un accidente, pero lejos de remarcar que Ancelotti no estuvo cómodo con Casemiro (y que cada vez lo está menos), al técnico italiano le desagrada especialmente un error solo achacable a su figura, que señala directamente a Nacho Fernández y Lucas Vázquez, entre otros, y que pide una solución radical y absolutamente inaplazable.

En primer lugar y no solo refiriéndonos al partido ante el Sheriff, el Madrid, pese a ir líder de LaLiga y mantener todas las posibilidades de ser primero de grupo en la Champions League y a pesar de haber arrancado la temporada a un ritmo goleador notable (que se ha frenado en los dos últimos partidos), posee un déficit en su pizarra que el fútbol moderno del más alto nivel no perdona. Y esta carencia, esta enfermedad mortal, que ha tratado de revertir Carlo Ancelotti, sigue atormentándolo y debilitando al Madrid porque aún no ha encontrado cura.

No es un secreto que el Madrid, más allá de Vinícius, Benzema o las buenas noticias del centro de campo, está regalando un recurso necesario: la aportación en los dos bloques de los carrileros; un arma indispensable en la actualidad. Ancelotti ha dejado claro que no quiere romper la pareja de centrales formada por Militao y David Alaba y ya sufre duras críticas por ello. De hecho, puede decirse que estas son fundadas ya que el cuadro merengue no intimida en absoluto con la aportación de sus carrileros y el austríaco es uno de los mejores y más certeros laterales del mundo; pero es que además las soluciones propuestas por esa banda por Carletto no han funcionado. Como tampoco lo han hecho las del costado derecho.

Nacho cumple y poco más de lateral, donde además en la izquierda, siendo diestro, posee un déficit que sirve como parche pero no como instrumento habitual. Tampoco Miguel Gutiérrez está tan maduro como para asentarse y la banda derecha, tras Lucas, Fede y el propio Nacho, sigue el mismo curso. Cierto es que tras el parón por selecciones volverá Mendy, lo que cerrará el debate en el costado izquierdo y que Valverde puede asentarse en el derecho, pero lo cierto es que si por ahora hay un gran error garrafal que está matando al Madrid, si hay un elemento que lo hace previsible y a veces poco eficaz, ese es el escaso uso y mal entendido que Carlo Ancelotti está dando a los dos carriles, y eso es algo que en el fútbol moderno penaliza. Y mucho. 

Nacho, Lucas, Marcelo y Miguel no están capacitados, Alaba espera su momento y mientras el Madrid se desangra sin laterales ¿Va a hacer algo Ancelotti?