El fracaso de Coutinho y Dembélé no son nada comparado con el gran ridículo del Barça en el mercado

El club contempla una venta de lo más sorprendente

El FC Barcelona, en medio de una coyuntura deportiva y financiera compleja, contempla una medida drástica que podría dejar perplejos a muchos aficionados: la venta de Vitor Roque apenas un año después de ficharlo. Esta decisión, que se rumorea en los pasillos de Montjuic, ha generado un fuerte revuelo en el mundo del fútbol y podría representar un nuevo capítulo en la lista de fracasos de la gestión de Joan Laporta equiparable a los desaciertos de Bartomeu con jugadores como Philippe Coutinho y Ousmane Dembélé, quienes para muchos son las dos gestiones más ridículas en la historia del club si miramos movimientos en el mercado.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los seguidores culés, que tenían grandes expectativas para el joven talento brasileño cuando fichó por el club en el verano pasado. Sin embargo, entre los factores que propulsan esta idea destaca el poco convencimiento generado por el joven futbolista para ser el delantero titular del Barça en la próxima década.

Vitor Roque, quien llegó al Barcelona con la etiqueta de promesa del fútbol brasileño, no ha logrado encontrar su lugar en el equipo y ha tenido dificultades para adaptarse al estilo de juego y las exigencias del fútbol europeo. A pesar de los esfuerzos del cuerpo técnico y del jugador mismo, su rendimiento ha estado por debajo de las expectativas, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre su futuro en el club.

La posible venta de Vitor Roque sería un golpe significativo para Laporta, quien ya ha sido objeto de críticas por su gestión en el mercado de fichajes. Tanto Coutinho como Dembélé, dos jugadores por los que el Barcelona pagó sumas exorbitantes, han sido considerados como fracasos en términos de retorno de la inversión y la salida prematura del citado brasileño solo serviría para aumentar las dudas sobre la capacidad de la directiva para tomar decisiones acertadas en materia de contrataciones.

Por otro lado, la venta de Vitor Roque también plantearía interrogantes sobre la política deportiva del Barcelona y su capacidad para desarrollar y potenciar el talento joven. En un momento en el que el club busca reconstruirse y volver a competir al más alto nivel, la decisión de deshacerse de un jugador con potencial podría ser interpretada como un paso atrás en lugar de una solución a largo plazo.

En definitiva, la posible venta de Vitor Roque representa un dilema para el Barcelona y su directiva, quienes deberán sopesar cuidadosamente los riesgos y beneficios de esta medida en un momento crucial para el futuro del club.