El favorito de Carlo Ancelotti en el Real Madrid ahora está acabado

Carlo Ancelotti tuvo varios mimados en la plantilla del Real Madrid en su día, como, por ejemplo, lo fue James Rodríguez. Algo que no es ningún secreto, pues siempre han presumido de tener una gran relación, lo que provocó que se lo llevara al Bayern de Múnich, primero, y el pasado verano, al Everton. Pero no hay que olvidar que también estrechó lazos con otros cracks como Luka Modric, Sergio Ramos o Karim Benzema, a los que le dolió mucho su despido.

Igualmente, le dio la oportunidad de debutar y de afianzarse en el primer equipo a varios canteranos, caso de Nacho Fernández, Álvaro Morata o José Rodríguez. Sin descuidar a Dani Carvajal, que desde el primer día sintió la confianza del italiano, tras un gran año en las filas del Bayer Leverkusen. En cambio, hay otro jugador que maravilló al que también fuera entrenador de Chelsea, AC Milan o SSC Napoli, pero que nunca llegó a nada. Ese es Álvaro Medrán.

El centrocampista se crió en La Fábrica, donde ingresó siendo apenas un crío, y fue escalando poco a poco, quemando etapas a velocidad de crucero. Era considerado un de las grandes promesas, no solo del cuadro blanco, si no de todo el futbol español, y defendió los colores de la selección en categoría sub 17 y sub 21. Tras afianzarse como pieza clave en el Castilla, en ese entonces entrenado por Zinedine Zidane, pudo jugar varios encuentros en la élite.

Pero la falta de oportunidades le llevó a irse cedido al Getafe, antes de firmar a título definitivo por el Valencia. Allí tampoco logró exhibir todo su potencial, y se fue a préstamo al Deportivo Alavés y al Rayo Vallecano. No supo relanzar su carrera, y acabó dejando Mestalla con la carta de libertad en septiembre de 2019, tras no encontrar ningún equipo. Hasta que en enero de 2020 se le abrieron las puertas de la Major League Soccer, la liga de futbol profesional de Estados Unidos.

Concretamente, en el Chicago Fire, por el que también pasó un mito como Bastian Schweinsteiger. A sus 27 años, Medrán juega allí, y dice sentirse muy feliz.

Pero apuntaba mucho más alto…