El escándalo del 'Barçagate' estalla en Can Barça: Bartomeu detenido

El expresidente del Barça y tres de sus directivos detenidos por administración desleal entre otros delitos

El registro que han realizado los Mossos d Esquadra en las oficinas del Barça a lo largo de esta mañana es la culminación de una investigación que comenzó hace meses y que ahora abre un proceso judicial junto con la detención de tres exdirigentes del equipo Blaugrana: el expresidente Bartomeu junto con los exdirectivos Óscar Grau, Roman Gómez Ponti y Jaume Masferrer, que se encuentran en dependencias policiales siendo interrogados.

A priori parece que, una vez realizadas las diligencias asociadas a los interrogatorios, los cuatro quedarán en libertad con cargos, si bien es posible que se les retenga el pasaporte para evitar que puedan salir del país. Las acusaciones son graves, ya que no solo se trata de lo que se ha llamado popularmente el ‘Barçagate’, que se refiere al uso de las descalificaciones que se cometieron en las redes sociales por parte de la empresa I3 Ventures, sino del hecho de que el uso de esa empresa junto con un entramado de pequeñas corporaciones, está considerado como un delito de desvío de fondos, falsedad pública, administración desleal y corrupción.

Se trata de gravísimas acusaciones y que pueden derivar, de ser demostradas, en una condena que implique cárcel, situación que vuelve a poner al Barça en el lado más oscuro de los informativos. Tanto Bartomeu como sus compañeros, quisieron evitar todo tipo de sospecha y solicitaron una auditoría interna para verificar que no se ha producido delito, pero claro, no es algo probatorio, ya que es una parte interesada la que solicita y paga dicha auditoría. Por eso la fiscalía, a instancias de la jueza Adriana Gil, encargada del caso, ha realizado su propia investigación.

Toda esta situación nace porque el contrato que se hizo con I3 Ventures SL, supuso un millón de euros, y una cantidad así debía pasar un control económico por parte del club, pero lo que hicieron fue dividir ese importe en cantidades inferiores a 200.000 euros y, así, poder eludir el control. Esto, si se demuestra, implica que o bien Bartomeu y sus compañeros querían pagar de más a esta empresa sin que lo supiera el club, o bien que pagaban por unos servicios que no querían que nadie supiera.