El deseo de Carlo Ancelotti para el Real Madrid es este galáctico
Y ya tuvo el placer de dirigirle antes
Joshua Kimmich ha vuelto a actuar en la banda derecha en la Eurocopa, como lateral o como carrilero. Y ha demostrado nuevamente que, juegue donde juegue, es uno de los mejores futbolistas del planeta, pues no comete ningún error, y es muy inteligente. Su posición ideal es en el centro del campo, donde puede hacer gala de su visión de juego, su capacidad asociativa y su llegada al área. Pero, aunque sea en otro puesto, también rinde a la perfección.
Es rápido, potente, tiene una técnica privilegiada, mucha experiencia pese a su corta edad, liderazgo, carácter… para la selección alemana, fue el mejor, o uno de los mejores, en la cómoda victoria frente a, nada más y nada menos, que la Portugal de Cristiano Ronaldo. El astro del Bayern de Múnich es uno de los más infravalorados de la actualidad, pues rara vez sale entre los candidatos a los premios individuales. Y eso que se los merece de sobra.
En el Real Madrid no le pierden de vista, y están muy atentos al ex de VFB Stuttgart y RB Leipzig. Además de por todo lo mencionado previamente, también resulta interesante por el hecho de quedar libre en 2023. Y parece que comienza a picarle la curiosidad de conocer vida más allá de la Bundesliga, y puede acabar siguiendo el ejemplo de David Alaba. Florentino Pérez ya le tiene echado el ojo, y no se lo pensará dos veces.
Carlo Ancelotti le conoce perfectamente, pues ya le dirigió en el Allianz Arena, y solo habla maravillas sobre él. Y sería un relevo ideal para Toni Kroos, Luka Modric o Casemiro, pues puede jugar en cualquiera de esos tres puestos. Kimmich, de momento, no piensa en nada más allá del campeonato de Europa, y le dará una oportunidad a Julian Nagelsmann. Pero si su proyecto no le convence, el próximo verano dirá adiós.
El problema para el cuadro blanco es que no le faltarán pretendientes ni interesados. El Barça estaba entre ellos, y también, el Liverpool de Jürgen Klopp, el Manchester City de Pep Guardiola o el Paris Saint-Germain de Mauricio Pochettino.
No es poca cosa.