El crack del Real Madrid que ha destruido Zidane y no ha podido salir

Su trascendencia en el conjunto blanco ha decaído enormemente

De sobra es conocida la dificultad que entraña hacerse con un puesto de titular en un equipo de tan alto calibre como el Real Madrid. Muchos jugadores pasan y dejan huella, mientras otros se encasillan en la plantilla sin apenas trascendencia en el club. Al menos en lo deportivo, Isco Alarcón es un futbolista del segundo grupo. El jugador malagueño ha sido duramente criticado por la afición durante los últimos años aludiendo a su falta de preparación física y su poco empeño en quererse ganar un puesto.

Pese a que lleva siete años en el Real Madrid, en ninguna de las temporadas se han convertido en titular indiscutible. Siempre ha sido visto como el típico jugador que le gusta a la afición porque es vistoso con sus habilidades técnicas sobre el campo. Para los entendidos, la realidad es que se tratar de un jugador anticompetitivo que, aunque ha dejado buenas actuaciones y temporadas en el club, nunca se ha convertido en indiscutible para los muchos entrenadores que han pasado por el banquillo blanco.

Florentino le ha puesto en la rampa de salida en las últimas ventanas de fichajes, pero, pese a que ha habido varios clubes interesados en pescarle, ninguno ha querido afrontar el coste del fichaje más el sueldo que cobra el malagueño, que precisamente bajo no es. Ahora, con un cúmulo de jugadores por delante de él en el Real Madrid, tendrá que esperar, como mínimo, tres meses hasta que se abra la ventana invernal de traspasos, ya que el jugador ha buscado una salida en estos meses veraniegos pero no ha encontrado un destino acorde a sus pretensiones.

Zidane está harto de su pasividad e inoperancia en el juego y ya empieza a dudar hasta de sus cualidades técnicas, ya que cuando salta al campo cada vez brilla menos. Aún con 28 años, Isco afronta su última temporada en Madrid a la espera de que el Manchester City o la Juventus, dos de los equipos más interesados en ficharle, pongan sobre la mesa los 50 millones que exige Florentino Pérez para darle salida. No tiene pinta de que el andaluz vaya a cambiar el chip y demuestre querer quedarse en Madrid varias temporadas más y, sumado a las posibles llegadas de Kylian Mbappé y Erling Haaland el próximo año, su etapa en Madrid, salvo milagro, toca a su fin.