El acompañante de Luis Suárez en el Barça era él, pero nunca llegó
Era un delantero llamado a hacer historia
Son miles los casos de jóvenes promesas que están llamados a ser los mejores del planeta, y a hacer historia, pero al final quedan en nada. En Don Balón rescatamos varios ejemplos de ello, en especial, de aquellas joyas formadas en La Masía o en La Fábrica. Pero, mientras que algunos fueron por culpa de las lesiones, o por culpa de su mala cabeza, otros ni siquiera pudieron debutar en la élite, pues rápidamente perdieron la confianza en ellos mismos.
En el Barça recordábamos recientemente a Gerard Deulofeu, que ahora juega en la Serie A, en las filas del Udinese Calcio, y que estaba llamado a ser el socio de Leo Messi. Y, en Italia, también juega otro crack algo más joven, y en el que había grandes esperanzas depositadas, pues pensaban que iba a ser el relevo generacional de Luis Suárez, y su acompañante en la delantera. Ese es Antonio Sanabria, que pelea por evitar el descenso con el Torino.
Llegó de su Paraguay natal, e ingresó en las categorías inferiores del conjunto azulgrana siendo un adolescente. Y no tardó en ganarse los elogios por su facilidad para ver puerta, y su capacidad anotadora, jugando siempre con chavales mayores que él. Pero finalmente acabó yéndose al Sassuolo, todavía en edad juvenil, a pesar de que ya le habían dado la oportunidad de estrenarse con el filial. Después, pasó a la AS Roma, que comenzó a cederle en varios clubes.
Al menos pudo debutar en La Liga Santander, donde tuvo un muy buen año en las filas del Real Sporting de Gijón. Eso le valió para que el Real Betis Balompié apostara por él, y pagara una importante cantidad de dinero para llevárselo. El problema es que nunca se acabó de asentar en el once inicial, ni acabó de cumplir las expectativas. Por eso se fue de nuevo cedido, esta vez al Genoa, donde jugó durante un año y medio, regresando el pasado verano.
Finalmente, en enero volvió a abandonar el Benito Villamarín, esta vez de forma definitiva, para irse a Turín. Sus opciones de volver algún día al Camp Nou, a sus 25 años, son nulas.
Por lo menos vive del futbol, eso si.