Eden Hazard y su cautivadora cualidad sorprende a Benzema y Ancelotti
El jugador belga se gana una oportunidad por la vía rápida
Los que han conocido la mejor versión de Eden Hazard, la explosiva del Chelsea, donde sin lugar a dudas llegó a ser uno de los tres mejores futbolistas del mundo, saben que el belga es de esa clase de jugadores especiales a los que hay que cuidar y dejar en libertad pero con minutos. Ni lo uno ni lo otro lo ha tenido en el Madrid y lejos de justificar al futbolista de La Louvière, su actitud está sorprendiendo a Karim Benzema y Carlo Ancelotti.
Se podrán achacar muchas cosas al ex de Stamford Bridge, pero nunca que no ha tenido una condición hiper profesional ante su paso atrás en el protagonismo del equipo. No se le ha visto ni un desplante o una mala cara ante sus suplencias o sus cambios continuados; es más, se le ve voluntarioso y con ganas de ayudar al equipo. ¿Y por qué sorprende tanto esta actitud al nueve merengue y al míster?, bien sencillo: Hazard sigue siendo una estrella.
A un crack mundial se le pone o va a enfadarse. Esta máxima no escrita redunda en que Hazard se está ganado el respeto de los mandamases en el vestuario del Madrid por aceptar su posición secundaria en el equipo, al menos por ahora y más que nada porque hasta la temporada actual sus suplencias o ausencias en el once estaban justificadas por sus lesiones, algo a lo que no puede acogerse Ancelotti, que simplemente le quita por decisión técnica.
Y Hazard no ha generado ni un problema en el vestuario, lo acepta y espera su momento. Por otro lado, el belga fue de lo mejorcito del Madrid ante el Sheriff, aportando justo aquello que le falta al equipo cuando se le atasca un partido: ofrecerse y encontrar líneas de pase entre tanta pierna. Imaginar. Crear de la nada. Hazard no tendrá, al menos ahora, la explosividad de antaño ni podrá, por lo menos en el presente, compararse a Vinícius en el uno contra uno, pero el belga sigue teniendo una calidad inusitada, ve fácil el fútbol y poco a poco, en silencio, va llamando a la puerta de la titularidad, por ejemplo en LaLiga. Él, dicen en su entorno, solo necesita encadenar partidos…