Digno sucesor de Leo Messi: el ‘10’, al rescate de Koeman en el Barça

El jugador se ha convertido en la pieza referencial del conjunto blaugrana

La tensión presenciada en Can Barça durante las últimas semanas -fruto de los malos resultados y de las preocupantes sensaciones- parece haberse esfumado vertiginosamente. La victoria contra el Levante en el último compromiso liguero disputado ha dejado entrever que Ansu Fati, quien regresó a los terrenos de juego tras 11 meses de lesión, es la clave para dar un lavado de cara al equipo y comenzar a mostrar una versión esperanzadora de cara a la lucha por los objetivos.

Es más, aunque Ronald Koeman está actualmente en la cuerda floja, el canterano de La Masía ha provocado que las miradas hayan dejado de señalar al técnico neerlandés, siendo el propio atacante el que está acaparando toda la atención en la Ciudad Condal. Dos minutos bastaron a Ansu para reencontrarse con el gol tras su grave lesión de rodilla y su vuelta a los terrenos de juego podría ser la clave para alterar radicalmente la dinámica que viene atravesando el FC Barcelona, sobre todo por la inyección anímica que supone volver a tener un líder ofensivo sobre el césped tras la marcha de Leo Messi: con su tanto, el canterano ya ha registrado 13 dianas con el primer equipo del FC Barcelona… y con 18 años.

Precisamente Ansu Fati ha heredado el ‘10’ que acaparó ‘La Pulga’ hasta su marcha al PSG y su extraordinario regreso tras casi un año ausente no puede ser más esperanzador para las aspiraciones del equipo, especialmente para las de un Koeman que tiene en el joven jugador la llave para revertir la situación que vive en el banquillo y reafirmarse con el comandante del barco culé.

El próximo miércoles a las 21.00 horas el equipo tendrá una nueva prueba de fuego en la Champions League y el duelo contra el Benfica, un rival de mayor exigencia que el Levante, sí que supondrá una buena vara para medir si ‘el efecto Ansu Fati’ será suficiente para recuperar una versión gratificante o si, por el contario, el último encuentro liguero solamente ha sido un espejismo de la delicada situación que vive el equipo: el regreso esperado ya agita el vestuario culé.