Diego Pablo Simeone hundió su carrera: el jugador que está acabado
Echa la culpa al entrenador argentino
Diego Pablo Simeone ha llevado a jugadores al más alto nivel, convirtiéndoles en unos de los mejores del planeta, cuando eran semidesconocidos, o, simplemente, del montón. Antoine Griezmann, Diego Godín, Joao Miranda, José María Giménez, Saúl Ñíguez, Koke Resurrección, Diego Costa, Thibaut Courtois, Jan Oblak, Juanfran Torres, Filipe Luis… la lista es interminable, y podríamos estar días. Pero también es justo decir que ha habido casos en los que ha sucedido lo contrario.
Jugadores que han llegado al Atlético de Madrid, y no se han sentido cómodos, siendo un fracaso, e incluso, a los que ha hundido su carrera. Mario Mandzukic no se adaptó, igual que otros como Thomas Lemar, que sigue en la plantilla, o Jackson Martínez, que costó un dineral, y ahora está semi retirado, tras un paso por China que fue un desastre, y un regreso a Portugal fallido. Aunque otro ejemplo de los más claros es Alessio Cerci.
Criado en la cantera de la AS Roma, superó una serie de cesiones al Brescia, al Pisa, al Atalanta y a la Fiorentina antes de llegar al Torino. Allí, se asentó en la Serie A, y se convirtió en uno de los mejores jugadores, formando una gran dupla con Ciro Immobile, y llegando a la selección italiana absoluta. Y tras el Mundial de Brasil de 2014, aterrizó en el conjunto colchonero, que invirtió 14 millones de euros en su firma, una cantidad importante.
Pero fue un fracaso, pues apenas jugó, y los pocos minutos que tuvo, los desaprovechó. No encajó con la idea del ‘Cholo’, y en enero, seis meses más tarde, se marchó al AC Milan, a cambio de Fernando Torres. Un año después, se fue al Genoa, y comenzó a dar vueltas, primero, por el Hellas Verona, y luego, por el modesto Ankaragücü turco, para regresar a Italia, y jugar en el Salernitana, de la Serie B. Y en ningún sitio dio muestras del nivel que tuvo.
Este año, no le ha quedado de otra que dar un paso más hacia abajo, y marcharse a la Serie C, la Tercera División, para recalar en el Arezzo. Solo tiene 33 años, pero ya está prácticamente jubilado.
Y todo comenzó con su llegada al Atleti.