Dicho y hecho. Se marcha ya y Zidane se queda sin su apuesta
Su nuevo club le ha prometido el número 10
Era cuestión de tiempo. Cuando Martin Odegaard vio, en la Supercopa de España que tampoco tenía minutos, tomó su decisión: saldría en enero del Real Madrid. Y es que el noruego no quería estar ni una semana de más en un club donde el entrenador no cree en él lo más mínimo. Algo que, por otra parte, sorprende y mucho a un Odegaard que decidió anticipar su vuelta a Madrid, en gran medida, porque Zinedine Zidane le llamó para pedírselo personalmente.
Pero la realidad es que, tras las primeras semanas en las que si parecía entrar en los planes del francés, Martin salió de los onces e incluso de la Unidad B, para caer en el olvido partido tras partido y terminar desesperado viendo como había renunciado a un año prometedor en la Real Sociedad para no jugar ni un solo minuto con el Real Madrid durante prácticamente medio año entero.
Y como Odegaard ya sabe lo que es estar en el Real Madrid sin jugar (el atacante fichó por el Madrid en 2015 y ya entonces acumuló varios meses sin oportunidades) ahora, a sus 21 años, este se negaba a volver a vivir algo así, por lo que nada más volver a Madrid tras el viaje de la Supercopa, tanto él como su agente empezaron a moverse para llevar a las oficinas del Bernabéu la mejor de las ofertas posibles y ya la tienen: el Arsenal de Mikel Arteta.
De momento, poco se conoce de los detalles de la operación en cuanto a la cantidad a pagar por los ingleses y si se tratará de una cesión con o sin opción de compra. Lo que sí que se conoce es que los ‘gunners’ están dispuestos a darle al internacional noruego el dorsal número 10, lo que parece toda una declaración de intenciones de lo que los ingleses esperan del todavía jugador merengue.
Desde Londres quieren ser cautos pero su deseo es cerrar la operación cuanto antes. De hecho, el Arsenal está haciendo todo lo posible porque se anuncie hoy mismo, antes de que el Madrid juegue en Vitoria, partido para el que, por otra parte, el mediapunta no está convocado a la espera de que se haga oficial su salida.