Desde Florentino hasta Zidane y la plantilla: ¡Hartos de él!
La actitud del jugador no ha cambiado y sus aires de estrella rompen la armonía de un vestuario muy unido
James Rodríguez volvió al Real Madrid con la idea de triunfar. Por encima de todo y de todos. Costará lo que costará. Tenía que convencer, primero, a Florentino Pérez, que había perdido parte de la fe que tenía en él. Después a los compañeros, que le veían ya como un ente extraño y como un jugador que no formaba parte del grupo principal. Y sobre todo tenía que intentar librar un escollo: Zinedine Zidane.
El francés era intransigente con el tema. No le quería bajo ningún concepto. Ni si quiera le miraba a la cara en Valdebebas una vez le dijo que no contaba con él. Pero James trabajaba día a día con la única intención de cumplir su sueño: que el Bernabéu gritará de nuevo su nombre.
Todo cambio el día 31 de agosto a las 12 de la noche. No había fichajes y no se había dado la salida del colombiano. Zidane hizo un ejercicio de autocrítica y acepto su error. Le daría la oportunidad. No hacerlo sería tirarse piedras sobre su propio tejado. Lo hizo y el colombiano ha respondido.
James se unió al equipo de la mano de Gareth Bale. Otro de los apestados para Zidane. El Galés tiene algo que no se puede dudar. Una calidad por encima de lo normal. Si fuera regular estaría sin duda entre los 5 mejores jugadores del mundo. Pero el problema con Bale es que su forma de ser fuera del campo es la que tiene dentro. Aparece cuando quiere, no juega en equipo, y se lesiona con una facilidad aplastante.
De hecho, se lesionó contra Croacia y no jugará el sábado contra el Mallorca. Falta por ver si llega contra el Galatasaray. Pero Zidane está harto con él por su actitud cuando le dejó fuera de la Champions. Filtró a prensa que se quería marchar. Cuando de sobra sabe que necesita descansar de vez en cuando si no quiere que le pase lo que le pasó con su selección: Lesión.
Florentino no aguanta más porque considera que es un fracaso mayúsculo por su parte. Y esa mancha le persigue. Le dio el poder para ser el sucesor de Cristiano Ronaldo y ha sido un fiasco tremendo. Además, es el jugador que más cobra de la plantilla.
De la relación entre Bale y la afición evidentemente es casi mejor ni decir nada. Su relación es mala no, lo siguiente. Al Bernabéu no le gusta el galés y al galés tampoco le ha hecho mucha gracia nunca su estadio. No se ha sentido cómodo y jugar ahí no le es fácil.
La situación de Gareth Bale es cada vez más complicada en el Madrid. Y el Manchester United está al acecho…