Coutinho no sabe dónde se ha metido: el insulto a la afición del Barça tiene castigo (y es bestial)

Messi ya no sabe qué hacer con él

Philippe Coutinho ha traspasado la barrera. Si la paciencia con el brasileño ya había tocado a su fin, ahora ya está superada. Y más, tras los insultos a la afición en el partido contra el Manchester United.

El ex del Liverpool cuajó, meses más tarde, un partido aceptable. Tampoco sobresaliente. Marcó un gran gol, sí, pero con la eliminatoria ya resuelta, que, más que al Barça, servía a ‘Cou’ para recuperar la moral y algo de crédito.

Pero, en vez de festejarlo y abrazarse con sus compañeros y el cuerpo técnico, que le han apoyado en los momentos más complicados, se dedicó a hacer gestos obscenos. Una faltada grave.

Porque, quieran o no, la grada tiene toda la razón en silbar a un futbolista que ha ofrecido un nivel paupérrimo y que costó un dineral. Y el ‘7’ lo tendría que saber. E, independientemente de que la tuviera o no, a la afición nunca se le puede faltar. Es auto despedirse.

 

La pregunta en le vestuario es clara. ¿Sabe realmente ‘Phil’ donde está? ¿Qué esperaba? Lo lógico es que le critiquen viendo su flojo nivel, su poca actitud y su elevado precio.

Así es el Barça, un equipo con muchas obligaciones.