Costó 80 kilos, Luis Enrique le expulsó y en 2023 deja KO a Ter Stegen

El futbolista podría aterrizar en el Camp Nou el próximo verano

El Barça cerró siete incorporaciones durante la última ventana de transferencias, pero también vieron la puerta de salida otros tantos jugadores de la plantilla, como es el caso de Neto Murara. El brasileño, cansado de ser suplente de Ter Stegen de forma sistemática, decidió rescindir su contrato con la entidad culé para poner rumbo al Bournemouth, pero su adiós no fue subsanado con la llegada de un nuevo jugador.

Joan Laporta no consideró oportuno reforzar la meta y eso convirtió a Iñaki Peña en el suplente de un Ter Stegen que ahora tiene un motivo de preocupación de cara al próximo curso, y todo a raíz de una decisión que ha tomado el Chelsea en las últimas horas: enfilar la llegada de un nuevo portero, Jhon Durán, con vistas a librarse de Kepa Arrizabalaga, quien fue una de las opciones del conjunto español para incorporarse al equipo durante el último periodo estival.

Kepa puede presumir de ser el portero más caro de la historia del fútbol, llegando al Chelsea en 2018 a cambio de 80 millones, aunque a partir de ahí su declive es manifiesto. Es cierto que durante dos campañas fue titular indiscutible, pero la llegada de Édouard Mendy en 2020 sentenció sus opciones de seguir acaparando peso en el club, algo que no solo le ha quitado todo el protagonismo en Londres, sino también en la selección española

A pesar de que durante algunos años fue el portero titular de ‘La Roja’, su pérdida de minutos en los blues conllevó que Luis Enrique dejara de contar con él de buenas primeras. Ahora, el conjunto inglés ya ha enfilado al guardameta que le quitará el sitio en la plantilla dirigida por Graham Potter y, esto, tal y como hemos podido saber en Don Balón, ha incentivado al Barça a volver a interesarse en el futbolista de 28 años.

Eso sí, aunque Neto se marchara por esas suplencias continuadas, la llegada de Kepa a Barcelona podría ser muy perjudicial para Ter Stegen ya que el español sería la amenaza que el brasileño no fue durante los tres años que permaneció en la Ciudad Condal a la sombra del teutón.