Comparado con Iniesta y su talento deslumbró al Bernabéu: no se olvida de Caletto y Zinedine Zidane
El jugador del Betis habló de su final en el Real Madrid
Este comienzo de temporada está dejando varios nombres propios realmente sorprendentes. Y es que, además de Joao Félix, Jude Bellingham y Ferran Torres, hay otros futbolistas que brillan con luz propia lejos de los focos de Montjuïc y del Santiago Bernabéu. En este caso, se trata de Isco, que tras un muy mal tramo final en el Real Madrid y un todavía peor paso por el Sevilla, su aventura en el Betis le ha devuelto su mejor versión.
De olvidado a estrella de LaLiga
Su fichaje por el Betis es una de aquellas apuestas que hacen equipos de media tabla con jugadores de absoluta élite que no pasan por un buen momento o están ya de vuelta, como es fue el caso de Silva en la Real Sociedad. En este sentido, ambos movimientos han resultado ser exitosos.
Sin embargo, antes de llegar al Benito Villamarín, Isco tuvo que vivir un auténtico infierno en Chamartín, época sobre la cual se confesó en una entrevista al medio árabe Koora: “No siento que me hayan tratado injustamente en los últimos años, aunque creo que podría haber jugado más… Siempre intenté dar lo mejor de mí, aunque quizás debería haberme ido antes por mi situación en la última etapa”.
Con sus palabras, queda claro que Isco se arrepiente de haber seguido a las órdenes tanto de Zidane como de Ancelotti, que jamás apostaron por él, condenándolo al banquillo de forma prácticamente permanente y dejando a Isco sin la capacidad para reivindicarse y mostrar su talento. Es por este motivo que el andaluz se reafirma al considerar que cree que debió jugar más.
Y es que sus primeros partidos con el Betis demuestran que, en ningún caso, Isco estaba acabado ni listo para retirarse. El ex del Real Madrid sigue siendo ese talentoso equiparable a Andrés Iniesta que en su día deslumbró al Bernabéu, pero su falta de adaptación a la posición de interior y poca capacidad defensiva le acabaron costando su puesto en el Real Madrid.
Así pues, las palabras de Isco dejan muy claro que no está contento con su final en el Real Madrid, tanto por su decisión de aguantar como por la de sus entrenadores de no darle los minutos que consideraba que merecía.