¡La casa de los líos! La plantilla enfrentada en Barcelona
Discusión por un penalti como Cavani y Neymar en su día. Messi no se lo puede creer
La cosa está tensa en Barcelona. Las cosas no salen como deberían y las jornadas van pasando sin que el objetivo se cumpla. Estamos en febrero y los jugadores cada vez sienten más tensión y más presión. Y eso se nota en el campo de fútbol. Y lo notan los rivales. Juegan con esos sentimientos que dejan a los equipos muchas veces sin respuesta ante un golpe o una adversidad. En Barcelona ahora mismo cada golpe es un martillo sobre un clavo. Les hunde poco a poco. Se ha convertido en “La casa de los líos”.
Y es que la ciudad tiene a sus dos equipos principales, Barcelona y Espanyol, en una situación diferente, pero a la vez igual. Uno no es capaz de encontrar la estabilidad que le lleve a luchar por LaLiga y muchos creen que peligra hasta la Champions, juegan contra el Nápoles en febrero los octavos de final. El Espanyol es colista de Primera por méritos propios y cada partido se salda casi siempre con una derrota. Alarma roja.
Y es que el equipo al que ahora entrena Abelardo no es capaz de encadenar dos victorias consecutivas. Si es verdad que el equipo ha mejorado, pero no lo suficiente. Es con diferencia el equipo de los que están en problemas que más dinero ha gastado, 40 millones y medio. Sin embargo, de momento el dinero no está entrando en juego.
El otro día contra el Granada el equipo iba 0 a 0 cuando el ex del Real Madrid forzaba un penalti. Y entonces llegó el drama. Embarba, fichado desde el Rayo, Calleri, delantero centro titular del equipo y el propio De Tomás querían tirar el penalti. Hubo momentos de tensión. Tuvo que intervenir el capitán David López para poner orden.
Como Cavani y Neymar en su día la cosa no llegó a mayores porque Calleri finalmente decidió dejarle el penalti al madrileño. Desde la otra orilla de Barcelona, Messi alucina. No entiende como el entrenador no pauta quien debe tirar los penaltis en momentos de tanta tensión. No es bueno para el equipo la competencia y los malos rollos.
Pero en Barcelona ninguno de los dos equipos está para dar lecciones al otro. “La ciudad de los líos”. Entran en uno y se meten en otro.