El capitán, en el disparadero ¡Mejor que no juegue en Manchester!

¿Se ha acabado su flor, como la de Zidane?

Sergio Ramos es algo más que el capitán del Real Madrid y de la Selección española, es un emblema y una garantía sobre el terreno de juego. Al menos lo era, porque sus errores, afán de protagonismo y faltas de concentración le han situado en el disparadero de ciertos sectores de la afición blanca, que están hartos de su rendimiento. Si bien es cierto que el sevillano no es ni mucho menos lo peor de este Real Madrid, sí está teniendo errores impropios y un rendimiento deficitario esta temporada.

Eso lo asume y acepta el reto. Porque otra cosa no, pero Ramos nunca se esconde, y ayer, tras la debacle del Benito Villamarín que le hace perder el liderato al Madrid en favor del Barça, el central salió a la palestra para entonar el mea culpa con un claro: “el resultado es bastante justo, tenemos que hacer autocrítica”. Ramos sentenció que ni él ni sus compañeros estuvieron a la altura de una cita que, como dijo Casemiro, puede costarles una liga a los merengues.

Todo hace pensar que ni Barcelona ni Real Madrid son equipos fiables y que de aquí al final de campaña habrá más tropiezos en uno y otro bando, pero es indiscutible que la derrota de ayer, tercera de la temporada en liga (amén de ocho empates y solo 49 goles anotados), deja tocado a un Madrid que se está asomando al abismo de una temporada más el vacío liguero y de Liga de Campeones.

En lo referente a él, el central volvió a tener errores de bulto y estuvo implicado en los dos goles béticos. El primero trata de controlar con la frontal del área y pierde la pelota, en el segundo trata de anticiparse al error de Benzema y pierde la iniciativa, dejando desprotegida su parte de la retaguardia.

Varane está siendo mucho más consistente y determinante en esta temporada y hay voces dentro de la afición que son muy críticas con el jugador sevillano, incluso en la directiva. Hay quien además prefiere que no esté en Manchester ante el equipo de Pep Guardiola en la vuelta de octavos de final de Liga de Campeones, aunque viendo el rendimiento de Miliato ayer el optimismo a los merengues se les cae a pedazos.