Camavinga enamora, pero en 2016 el Madrid ya ató al sustituto de Kroos
El jugador se ha ganado por méritos propios el reconocimiento que tiene a día de hoy en Chamartín
Pocos podrían pensar hace algunas años atrás que Fede Valverde lograra hacerse con un hueco importante en el proyecto del Real Madrid, pero el centrocampista uruguayo no ha hecho otra cosa que convencer a la parroquia madridista en las últimas campañas sobre su valía para el club: Florentino Pérez cerró el fichaje del charrúa en 2016, cuando el jugador ni siquiera había dado el salto a la élite europea.
Valverde salió del Peñarol para poner rumbo al Castilla y, aunque en sus primeras apariciones no logró dejar credenciales ilusionantes de cara al futuro, el paso del tiempo ha dado la razón al mandatario del Real Madrid. Tras salir cedido al Deportivo de la Coruña en la temporada 17/18, regresó generando muchas dudas que incluso estuvieron a punto de traducirse en una venta exprés, pero Zinedine Zidane comenzó a brindarle protagonismo en sus planes y a partir de ahí su crecimiento ha sido desmesurado.
A tenor de lo mencionado, cabe señalar que el centrocampista uruguayo fue fichado, en principio, para ser la competencia a Casemiro como pivote en el equipo, pero el paso del tiempo dio la razón Zidane, quién le brindó otro rol en el equipo: dosificador de Toni Kroos y Luka Modric. A la vista queda que Valverde no atesora unas cualidades técnicas y creativas tan brillantes como aglutinan los dos futbolistas mencionados, pero su gran punto fuerte está en el despliegue físico, su capacidad para recuperar balones y, especialmente, su perspicacia para estar siempre donde requiere la jugada.
Con Carlo Ancelotti el jugador sudamericano ha logrado convertirse en una pieza muy importante del Real Madrid y, con Kroos apurando sus últimos años en el club, Valverde puede situarse como el relevo generacional del alemán, aunque sea un jugador con unas características muy diferentes a las del crack teutón.
Camavinga, la otra opción que enamora
Además de Fede, el club cerró el año pasado el fichaje de Eduardo Camavinga, otro centrocampista que ha cuajado una campaña sensacional en las filas blancas y que, con su presencia en Chamartín, asegura la supervivencia del talento en el centro del campo del Real Madrid.