Bartomeu, a punto de convertirse en el primer presidente que lo logra

Sería histórico: nunca jamás ha ocurrido en los 121 años de historia

Josep María Bartomeu está a punto de hacer historia en el Fútbol Club Barcelona. Seguro que, cuando en 2015 accedió a la presidencia culé, no era esta historia la que el catalán soñaba con hacer, pero la realidad es la que es y no la que queremos que sea en tantas y tantas ocasiones. Y es que, en los más de 100 años de historia del club barcelonés, nunca antes un presidente ha sido destituido del equipo mediante una moción de censura

De hecho, tan solo ha habido dos mociones de censura que han salido adelante durante todo ese periodo: una en 1998 y otra en 2008 pero en ninguna de esas ocasiones lograron obtener el 66% de síes que se necesita para poder destituir al presidente electo de su cargo. Es por ello que Bartomeu se encuentra, de forma indirecta y seguro que no deseada, a punto de hacer historia: puede lograr lo que ningún otro presidente blaugrana antes había conseguido.

El hartazgo de la masa social barcelonista es total y eso ha llevado a movilizarse para expulsar cuanto antes al presidente actual, aún a sabiendas de que las elecciones estaban convocadas para el próximo mes de marzo. Una vez se han obtenido las firmas necesarias y han sido validadas como auténticas, el siguiente paso será fijar una fecha para que los socios y socias puedan votar el sí a la moción, el no, o votar en blanco (lo cual, a efectos prácticos, es como el no a la moción). 

La fecha que se baraja con más opciones es la del próximo 1 de noviembre. Será en cuestión de dos o tres días cuando se sepa de manera oficial y ahí sí, empezará la cuenta atrás de un Bartomeu que comienza a sentir la soga al cuello como nunca antes la había sentido. 

¿Tiene Bartomeu alguna opción de mantenerse en el cargo? Sí, las tiene. Por un lado cabe la posibilidad de que no se alcance el mínimo requerido de ese 66% de síes a la moción. Parece complicado dado el cansancio de los socios hacia esta junta directiva, pero tratándose de Bartomeu, todo podría ser. El plan B del presidente es que la Guardia Civil investigue detenidamente si todos y cada uno de los votos es auténtico, lo cual retrasaría el proceso y le daría oxígeno a Bartomeu, lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Qué lleva a Bartomeu a resistir como presidente contra viento y marea en la presidencia culé, aún a riesgo de su enorme desprestigio personal diario?