El Barça ahogado: tiene 34 días para evitar el desastre total

Las cuentas no le salen a Josep María Bartomeu. Y no le salen porque para poder pagar los salarios que paga y poder cerrar los fichajes que cerró el pasado verano (tan solo Griezmann ya supuso 120 millones de euros) se comprometió a vender a lo largo de la temporada por un valor superior a los 70 millones de euros. Todo lo que fuese no alcanzar esta cifra supondría cerrar la temporada con pérdidas y como consecuencia asumir una sanción bastante dura por parte de LaLiga.

Pero es que, más allá de la sanción que pudiese recibir por parte de la institución presidida por Javier Tebas, lo que supondría este balance negativo sería la convocatoria de elecciones inminente por parte de un Bartomeu al que, muy a su pesar, no le quedaría otra opción. 

Para que todo esto no tenga lugar, y Bartomeu pueda seguir siendo presidente hasta el verano de 2021, (entonces si se celebrarían las elecciones en tiempo y forma y a las que Bartomeu no se presentará de ningún modo) el club necesita ingresar esos 70 millones antes del próximo 30 de junio, cuando la temporada finaliza y los presupuestos deben estar cuadrados por petición expresa de LaLiga en pro del fair play financiero por el que lucha. 

El mayor problema de esto es que los clubes que negocian con el Barça lo saben y eso supone que, a la hora de cerrar un precio final, a sabiendas de las necesidades del club catalán, los potenciales compradores ajustan mucho sus ofertas para intentar cerrar la operación en la cantidad más baja posible. 

A todo esto se le debe sumar que hay jugadores como Samuel Umtiti que han dejado claro al conjunto azulgrana que no quieren ser moneda de cambio de ningún traspaso. Sin embargo, si los días siguen pasando y no se cierra ningún acuerdo, finalmente Bartomeu se vería obligado a tener que vender a algún jugador intransferible para poder librarse de la sanción al club y su posterior dimisión.