Bale se entera de que Florentino se la jugó y su cabreo es monumental

Era la relación más complicada que había en el Real Madrid. Gareth Bale, Zinedine Zidane, Jonatha Barnett y Florentino Pérez. El cuarteto no se soportaba y aún le restaban dos años más de contrato al jugador galés, casi nada. Es por ello que, el final de la relación de los cuatro en cuestión, tenía que venir marcada por algún feo entre ellos. Y así terminó ocurriendo.

A lo largo de este verano fueron dos los clubes interesados en el galés: Manchester United y Tottenham Hotspur. Para el jugador galés tenía más gancho la opción red que la spur. Aunque Bale ya jugó y triunfó en el Tottenham, el zurdo tenía mucha ilusión por vestirse de rojo y jugar en un campo tan mítico como Old Trafford. Era sin duda la guinda que Bale le quería poner en su carrera. 

Es por ello que tanto el jugador como su díscolo representante quisieron esperar hasta última hora para ver si el United enviaba una oferta que contentase al Madrid y desatascase la complicada situación. Sin embargo, el equipo de Manchester tenía como objetivo número uno al británico Jadon Sancho, actualmente en el Borussia Dortmund, por lo que, ante lo complicado que estaba también este fichaje, decidió no ir decididamente a por Bale. 

Ahora bien, no es menos cierto que desde Manchester se pidió al Madrid unos días extra para poder enviar una oferta que contentase a las dos partes: jugador y club. Sin embargo, Florentino, que no quería que lo del galés se alargase más en el tiempo, ocultó esto tanto a Barnett como al propio jugador, por lo que la estrella galesa finalmente terminó aceptando por el Tottenham. El cabreo hacia el Manchester United  por parte de Bale por no haber apostado por él fue de época.

Cuando Gareth Bale se ha enterado de que el Manchester United tenía previsto lanzar una gran oferta por él, el grito de malestar que ha lanzado el propio Bale ha sido espeluznante. Florentino se la había jugado y ya no había marcha atrás. Ahora Bale tendrá difícil jugar en el United antes de que su carrera termine y parte de esa culpa es de un Florentino Pérez que sabe que quien ríe último, ríe mejor.