Aún está en la agenda de Florentino Pérez: el galáctico que no borra

Sigue pensando en un futurible

Insisten en mantener a Sergej Milinkovic-Savic en la agenda del Real Madrid, por mucho tiempo que pase. Porque no olvidan que Florentino Pérez se llegó a plantear muy seriamente su contratación, e incluso preguntó por su disponibilidad en 2018, después de su buen Mundial de Rusia. Pero, en ese momento, la Lazio se descolgó, y pidió la friolera de 120 millones de euros, una cantidad a la que no estaban dispuestos ni a acercarse.

El año pasado fue ofrecido por bastante menos, pero le rechazaron, ya que venía de hacer un curso realmente malo en la Serie A. Eso si, juraron que no le perderían de vista, y vieron con sorpresa como recuperó su mejor versión, y fue clave para que los romanos consiguieran una increíble cuarta plaza en liga. Algo que les ha valido para regresar a la fase de grupos de la Champions League, tras muchos años de ausencia, más de una década.

Han quedado encuadrados con el Borussia Dortmund, el Zenit de San Petesburgo y el Brujas, y no deberían de pasar por grandes apuros para clasificarse. Seguirán de cerca su progresión, aunque cuesta creer que vayan a hacer una oferta por él. Más que nada, porque de nuevo pedirán demasiado, pues su contrato se extiende hasta el lejano 2024, y por lo tanto, no tienen absolutamente ninguna obligación por venderle, ni necesidad.

Además, con la presencia en la plantilla de Fede Valverde, Martin Ödegaard, Luka Modric y Toni Kroos no es para nada necesario. Y en caso de llegar alguien para ese puesto, Zinedine Zidane solo contempla la opción que tiene como protagonista a Paul Pogba, del Manchester United. La opción de Milinkovic-Savic, por lo tanto, es una absoluta quimera, y más a ese precio. Demasiadas cosas tendrían que cambiar para se se haga realidad.

En cambio, el Inter de Milán de Antonio Conte sí que parece seriamente interesado. Y la Juventus de Turín de Cristiano Ronaldo se mantiene en la recámara. Pero la Lazio tiene claro que no venderá a su estrella a ningún rival local.

Ni por todo el oro que les puedan ofrecer.