Aterrizó en Chamartín junto a Kubo y Éder Militão, decepciona a Vinicius y Joselu será su verdugo

De héroe a villano, así se podría catalogar la etapa del futbolista brasileño en Madrid

No todas las conclusiones extraídas del encuentro ante el Nápoles son positivas ya que, si Kepa Arrizabalaga a volvió a sembrar dudas en la portería, Rodrygo Goes lo hizo en el plano ofensivo. El futbolista brasileño afrontaba el choque en el Diego Maradona tras una avalancha de críticas recibida por su falta de liderazgo durante la ausencia de Vinicius y, sobre todo, por el irrisorio registro goleador cosechado desde que arrancó el curso: un solo tanto.

Y ojo, el escenario no podía ser mejor para acallar todas las críticas recibidas en las últimas semanas, reivindicarse ante Ancelotti y garantizarse un puesto indiscutible en las próximas alineaciones del técnico trasalpino: un partido de Champions League, su competición fetiche, y estar acompañado de Vinicius JR y Jude Bellingham ante un equipo que tiende a dejar muchos espacios en la zaga a raíz de su vocación ofensiva.

No obstante, ni todos estos condicionantes propiciaron un cambio de chip de un Rodrygo Goes que gozó de dos oportunidades manifiestas para poner fin a su sequía goleadora, pero que el internacional con la canarinha desaprovechó, siendo esta la tónica presenciada desde que comenzó la temporada y la cual está comenzando a poner en tela de juicio su importancia en el club. Además, cabe señalar que Joselu es el futbolista que, con sus magistrales cifras, está agravando la situación del sudamericano.

Recordemos que Rodrygo llegó a Chamartín en 2019 junto a otros jóvenes talentos como Éder Militão y Takefusa Kubo y, mientras el central ya ha logrado afianzarse como uno de los mejores del mundo en su posición y el extremo japón se ha convertido en toda una referencia en el campeonato español gracias a su labor en la Real Sociedad, el brasileño está firmando una campaña de lo más decepcionante que le costará su puesto en el ‘11’ de gala.

Con eso y más, la directiva blanca ni por asomo ha comenzado a sopesar la venta del jugador de 22 años el próximo verano, aunque a tenor de sus prestaciones en los dos últimos meses puede que Florentino Pérez cometiese un grotesco error extendiendo el contrato de Rodrygo hasta 2028. Veremos…