Ansu Fati deja atrás la tristeza del Barça: debut de ensueño con el Mónaco

El joven delantero español empieza a recuperar su mejor versión en tierras francesas

Ansu Fati parece haber encontrado de nuevo su sonrisa. El joven delantero español, cedido por el Barcelona, vive un momento dulce en el Mónaco. Apenas hace unos días, en la Champions League, ya mostró destellos de su calidad con un gol ante el Brujas. Aunque el tanto no cambió el resultado, el conjunto belga ganó 4-0, fue suficiente para que Ansu recuperara confianza.

Su mayor virtud siempre ha sido el gol, y eso sigue siendo su carta de presentación. En su estreno en la Ligue 1 no pudo hacerlo mejor. Tras entrar al campo en el descanso, marcó a los 37 segundos, firmando el 2-1 ante el Metz. Minutos antes de que terminara el partido, volvió a aparecer en el marcador con un potente remate de cabeza para el 3-2, dejando a su equipo camino del 5-2 final. La eficacia del español devolvió al Mónaco la ilusión y a Ansu la seguridad que había perdido en Barcelona.

Resurgir tras las lesiones

La carrera de Ansu Fati no ha sido fácil. Su irrupción en el Barcelona fue espectacular: con apenas 16 años, deslumbró al Camp Nou y heredó el mítico dorsal “10” de Messi. Sin embargo, las lesiones complicaron su camino. Una grave lesión de rodilla en noviembre de 2020 lo mantuvo casi un año fuera, y aunque intentó regresar con minutos desde el banquillo, nunca recuperó plenamente su nivel.

Los problemas físicos continuaron incluso en su paso por Brighton. El Mónaco, consciente de ello, ha sido paciente, preparándolo físicamente antes de darle la oportunidad de brillar. Con solo 22 años, Ansu tiene margen para crecer y mostrar todo su potencial. Su debut fulgurante en la Ligue 1 es una señal de que el atacante empieza a liberarse de las sombras del pasado.

El Barcelona, desde la distancia, observa con optimismo. Si mantiene este nivel, el Mónaco podría activar la opción de compra incluida en su cesión. Lo más importante, sin embargo, es ver a Ansu disfrutar del fútbol de nuevo, recuperar la confianza y, sobre todo, sonreír como aquel joven que conquistó a España hace apenas unos años. Ansu Fati demuestra que todavía tiene mucho por dar y que su historia apenas está empezando.