Ansu Fati abre un dilema en Can Barça que arrolla al intocable de Xavi
El futbolista podría sufrir las consecuencias del regreso a escena del canterano
La vuelta de Ansu Fati a los campos cada vez está más cerca de producirse y, aunque todavía es una incógnita el estado en el que se encuentra el canterano formado en La Masía, el jugador tiene mucho terreno ganado en el vestuario para, si las lesiones le respetan, ser titular, ya no solo en lo que resta de campaña, sino en las temporadas venideras. Los aficionados culés anhelan el momento en el que el nuevo ‘10’ del Barça vuelva a deslumbrar en el Camp Nou y, aunque el regreso del futbolista no está fechado hasta dentro de dos semanas, como mínimo, hay varios efectivos que temen una pérdida notable de peso en el equipo, especialmente Ferran Torres.
El extremo valenciano llegó al conjunto blaugrana en el pasado mercado invernal a cambio de 55 millones de euros y desde ese preciso momento se convirtió en una pieza esencial en el esquema de Xavi Hernández. Es cierto que su rendimiento desde entonces no ha sido el esperado ya que el atacante de 22 años ha anotado 4 goles en los 8 partidos en los que ha intervenido en LaLiga, pero es uno de los futbolistas de la plantilla culé que más minutos han disfrutado en este 2022, prueba inequívoca de que el técnico de Terrassa tiene plena confianza en él.
Actualmente es uno de los intocables en el esquema de Xavi, pero el regreso de Ansu Fati podría cambiarlo todo ya que la posición ideal para el joven futbolista de 19 años es el extremo izquierdo, precisamente la misma donde Ferran ha logrado ganarse la confianza de su entrenador. Es cierto que en sus aventuras en el Valencia y el Manchester City el jugador ha participado más como extremo derecho, pero el extraordinario nivel que está mostrando Ousmane Dembélé, amén de la presencia de Adama Traoré, dificultarán mucho al canterano che poder ser importante esa parcela.
Ahora, Xavi tendrá que lidiar con este problema que se le viene encima ya que prescindir de Ferran justo cuando el futbolista está comenzando a atesorar el liderazgo del equipo podría afectar negativamente a su confianza y, por ende, a su rendimiento.