Ancelotti tiene un as guardado que aclara el mercado del Real Madrid
El jugador es polivalente y será un comodín perfecto
Veníamos contando en Don Balón la durísima prueba que tiene por delante el Real Madrid durante el mes de enero y, después, en febrero, con hasta 17 partidos en total, que pueden ser 18 encuentros si contamos el del día 30 de este mes, el primero del Madrid tras la Copa del Mundo, en el Estadio José Zorrilla ante el Real Valladolid (21.30, hora española), y qué mejor que hacer frente a ella con una pieza que sirve para cualquier engranaje, una que debe rendir si quiere ganarse un puesto y que, además de jugarse su futuro, tiene la confianza de Carlo Ancelotti por su calidad.
Por eso no va el Madrid al mercado de fichajes de enero, porque en la medular, al menos durante esta temporada, la 22/23, tiene las plazas cubiertas, bien cubiertas. Aurélian Tchouameni es el pivote defensivo del equipo, pero en esa posición también puede desenvolverse Toni Kroos, incluso, llegado el caso, Eduardo Camavinga o Dani Ceballos, que es esa pieza clave en este arranque de 2023 para el club blanco.
Con tanta acumulación de partidos por delante en el calendario del Madrid, para Carletto será clave disponer de jugadores menos habituales en los onces pero que estén dispuestos y sean capaces de rendir cuando sea que el míster los necesite. Y los va a necesitar durante estos dos meses debido a las cinco competiciones que disputará la escuadra inquilina del Santiago Bernabéu entre LaLiga, Copa del Rey, Supercopa de España, Champions League y Mundial de Clubs.
Fede Valverde y Luka Modric son los otros mediocampistas de que dispone Carletto además de los citados, sin embargo el hecho de que Ceballos no haya jugado el Mundial; necesite ganarse su renovación o, al menos, impresionar para que algún club vaya a buscarlo al final de temporada a las puertas del coliseo blanco; se haya preparado a conciencia para este segundo tramo de temporada, y que tanta acumulación de partidos exija rotaciones, hacen del sevillano un jugador decisivo para Carlo Ancelotti: quiere tenerlo enchufado porque es el eslabón que apagará fuegos si fallan los principales o si debe darles descanso. Es el momento de Ceballos.