Alerta en Barcelona por el sucesor generacional de Piqué y joya como Lamine Yamal: por 10M, fuera
Es una de las escasas notas positivas de la campaña culé
Los problemas presenciados en la línea defensiva del FC Barcelona a lo largo de la temporada por el bajo rendimiento de zagueros como Ronald Araujo y Jules Koundé y las lesiones de los integrantes habituales de esta parcela obligaron a Xavi Hernández a confiar en Pau Cubarsí -por primera vez- en el pasado compromiso liguero ante el Real Betis.
El joven defensa hizo su debut oficial con el primer equipo en el duelo vivido en el Benito Villamarín en el postrero mes de enero y su puesta en escena no pudo ser más ilusionante.
Bien es cierto que el joven más destacado de la campaña culé otorga tal privilegio a Lamine Yamal, quien está siendo el mejor futbolista del equipo en este 2024, pero las prestaciones de Pau Cubarsí en este segundo tramo de la temporada no solo le están brindando una dosis de importancia con la que nadie contaba a principios de curso, sino que está atrayendo la atención de cada vez más clubs europeos.
Y es aquí donde, precisamente, en Barcelona tienen razones para preocuparse, aunque el futbolista tiene contrato hasta el 30 de junio de 2026, su cláusula de rescisión es de 10 millones, por el momento, una cifra de lo más asequible para los equipos que le están vigilando desde la Premier League.
Formar parte de La Masia durante tanto tiempo y haber tenido una irrupción en escena tan ilusionante han convertido a Cubarsí en el perfecto sucesor generaicional para Gerard Piqué, más aún estando Koundé y Araujo en la lista de transferibles del Barça, pero este factor podría precipitar un golpe terrible para el futuro del proyecto blaugrana.
No obstante, la nota positiva aquí y el único motivo para tranquilizarse con la situación de Cubarsí es que el central catalán no está mostrando predisposición a escuchar ofertas desde el exterior dado su firme deseo de triunfar en Can Barça y aquí Joan Laporta hará todo lo posible para, a través de un nuevo contrato, blindar al futbolista por muchos años, algo que implicará mejorar su salario de forma exponencial.