Alemany obra el milagro con Umtiti, el mayor lastre económico del Barça junto a Coutinho

El defensa francés podría poner fin a su estancia en el club el próximo verano

La crisis económica que atraviesa actualmente el FC Barcelona no se explica sin fichajes tan poco gratificantes como los llevados a cabo con Samuel Umtiti y Philippe Coutinho. Ambos futbolistas han estado lesionados durante una gran parte de su andadura en la Ciudad Condal y sus elevados salarios, amén de su firme posición de seguir en el Camp Nou a sabiendas de los problemas financieros que estaba sufriendo la entidad, les sitúan como los grandes culpables de la situación que vive hoy la entidad.

Sin embargo, Joan Laporta ya logró deshacerse de Coutinho el verano pasado con su traspaso al Aston Villa y nuevamente el presidente culé está muy cerca de obrar el milagro, esta vez con Umtiti.

El zaguero francés salió el verano pasado dada la postura de Xavi Hernández de no contar con él y, aunque la directiva no logró finiquitar su venta, el Lecce apareció en escena para abrir la puerta al francés, aunque en calidad de cedido. No obstante, fruto de sus destacadas prestaciones en el conjunto italiano, a pesar de que el equipo está peleando por no caer a los puestos de descenso, han llamado la atención de uno de los clubs más laureados de la Serie A, el Inter de Milán.

Al parecer, el conjunto nerazzurro ha fijado su mirada en Umtiti como un experimentado reemplazante que podría llegar al Giuseppe Meazza el próximo verano para subsanar la baja de Milan Skriniar. Es obligatorio matizar que el valor de mercado actual del eslovaco es mucho mayor (58 millones de diferencia, según Transfermarkt), pero Umtiti tendría así, no solo la oportunidad de volver a pelear por retos ambiciosos, sino dejar atrás su escabrosa estancia en el FC Barcelona.

Mateu Alemany y Joan Laporta se vieron obligados a extender el compromiso de Umtiti hasta 2026 el verano pasado para poder inscribir a Jules Koundé dado que el club excedía el límite de masa salarial establecido, pero solo un año después la dirección deportiva podría liquidar una de las operaciones menos gratificantes en la historia de la entidad a tenor del coste que ha conllevado la presencia del campeón del mundo en las filas blaugranas y su rendimiento a partir de 2017, pasando desapercibido para todos y cada uno de los entrenadores que se han puesto al frente del vestuario culé.