Al-Khelaïfi empieza a sopesar cambiar a Luis Enrique y le encanta un entrenador de LaLiga

Nasser Al-Khelaïfi vuelve a enfrentarse a dificultades severas en el Paris Saint-Germain, esta vez por culpa de Luis Enrique, al que su plan no le sale. Por eso el mandatario mira en LaLiga EA Sports un sustituto que le encanta y conseguiría darle un cambio radical de talante y energía al equipo.

Informa el diario L’Equipe que los métodos de trabajo y la autoridad del técnico asturiano están empezando a molestar a la zona noble del PSG, lo que incluiría al mandatario, de tal forma que su despido ya no es algo descabellado, pero, llegado el caso, la pregunta es clara: ¿a quién llamar?

Se inspira en el Manchester United y Rubén Amorim

Dicen que Al-Khelaïfi usaría para ello el método del Manchester United y Rúben Filipe Marques Amorim, es decir, tentar a un entrenador de primer orden y radicalmente opuesto a Lucho para llevárselo mucho antes de que acabe la temporada. Y en este sentido hay un entrenador que le encanta: Ernesto Valverde.

Nos cuentan que, tras la derrota en Múnich ante el Bayern, que deja con pie y medio fuera de la Liga de Campeones al PSG, otra vez, y el empate frente al Nantes en el Parque de los Príncipes han hecho que Al-Khelaïfi al menos empiece a sopesar esta idea, porque Lucho ya no le está funcionando, le enfrenta a la opinión pública y Valverde no solo funciona, como demuestra en el Athletic Club de Bilbao y lo hizo en su día en el FC Barcelona, sino que es un corte de profesional totalmente opuesto al gijonés.

Una guerra que no le interesa

Donde Lucho es incendio, enfrentamiento y relación tensa con los medios de comunicación, Valverde es sosiego y ambiente cordial en la sala de prensa. También gusta el estilo del txingurri y su talante conversador con los futbolistas; de nuevo, lo opuesto a Luis Enrique, que solo acepta el intercambio desde la posición disímil y jerarquizada.

Tengan en cuenta que Al-Khelaïfi piensa que Valverde ha sido uno de los mejores entrenadores que ha tenido el Barça en los últimos tiempos, un míster capaz de lidiar con estrellas mundiales y egos enormes como el de Leo Messi, y que, en todo caso, siempre salió airoso. Esto, que sería otro ‘caso Amorim’, no hará mucha gracia en San Mamés.