55 millones, nuevo galáctico para Laporta y Pedri sufre los efectos

El presidente tiene un último movimiento en mente

Parecía que la llegada de Jules Koundé por el FC Barcelona había supuesto el broche al capítulo de incorporaciones veraniegas cerradas por Joan Laporta este verano, pero el presidente catalán ha dejado en las últimas horas una sorpresa más: quiere fichar a Bernardo Silva, futbolista del Manchester City que lleva varias semanas dando que hablar en las oficinas del club español.

El jugador portugués parece haber perdido mucho peso en los planes de Pep Guardiola tras la llegada de los nuevos fichajes, tal y como se pudo comprobar en el debut del equipo en la Premier League, y se ha mostrado muy predispuesto a abandonar el Etihad Stadium para incorporarse a la disciplina blaugrana, donde Laporta y Xavi ya le esperan con los brazos abiertos. Cuesta entender que el Barça vaya a realizar un desembolso que ronde los 55 millones para cerrar la incorporación del luso sin haber inscrito aún al resto de fichajes oficializados por el club en el presente periodo estival, pero todo parece indicar que Bernardo Silva aterrizará en la Ciudad Condal esta misma semana, tal y como ha recogido Goal.

Si ya los problemas del club para inscribir a los nuevos fichajes suponen un motivo de desconcierto para los aficionados, hay otra razón por la que este profundo interés de Laporta en Bernardo Silva no termina de ser entendido: el exceso de futbolistas que hoy en día tiene Xavi a su disposición. La línea ofensiva cuenta con ocho hombres, a la espera de que Braithwaite y Depay salgan del equipo, algo que deja entrever que el técnico apostaría por el portugués como mediapunta, una posición que ha ocupado en el City a un nivel estratosférico. 

No obstante, es aquí donde el desconcierto es muy grande entre los seguidores culés. Si esto se diese, Pedri González sería el gran damnificado ya que el futbolista canario es actualmente el hombre que marca las diferencias en el juego del equipo, pero no es compatible con Bernardo Silva, es decir, que Xavi se vería obligado a apostar por uno u otro como acompañante de Busquets y Gavi en el centro del campo, un dilema que a día de hoy ha causado suma estupefacción en la Ciudad Condal: gastarse 55 millones para que el portugués sea suplente o dejar a la gran ilusión del club en el banquillo.