2 piezas cruciales se suman al caso Griezmann: Laporta, en problemas

El FC Barcelona no avanza y entra en el mes de agosto con incertidumbre

Cuando parecía que el caso Antoine Griezmann se iba a resolver como el resto de fichajes del Barcelona este verano, es decir, por la vía rápida, yéndose el jugador al Atlético de Madrid, liberando al club blaugrana de su sueldo y sus bonus y, de paso, certificando la viabilidad de la renovación de Leo Messi; el francés dio un giro al asunto deteniendo en seco los avances culés y poniendo en un apuro a Joan Laporta. Pero es que ahora dos piezas más ponen contra las cuerdas el proyecto.

La primera y quizá más costosa y traumática para la entidad azulgrana es la de Ilaix Moriba, con el que no se hace avance alguno en el intento de renovación y cuyo caso, a menos de un año de que cumpla contrato y con su precio de mercado cada vez más alto, parece abocado al fracaso más absoluto, que en clave blaugrana sería dejar ir al canterano gratis en el próximo verano a cualquier equipo que desee contratarlo.

El problema con el jugador de La Masía, más allá de la opción, real, de perderlo, es que el Real Madrid ronda al futbolista, por lo que sería un varapalo enorme tener que verlo vestido de blanco y a coste 0 la próxima temporada. Ahora bien, por si el drama por Griezmann y Moriba no fuera suficiente en Can Barça, ahora también se suma el que protagoniza el entorno de Ousmane Dembélé, que si bien permite acercamientos, no sentencia una propuesta de continuidad.

Y Joan Laporta quería dejar cerrados ambos aspectos, como el de El Principito, antes de que culminase el mes de julio, pero la realidad es bien diferente y sitúa al Barça en el precipicio con tres temas, con sus respectivas consecuencias, que suponen un serio obstáculo en el progreso del resto de puntos a tratar para llegar a la ansiada estabilidad económica y deportiva del club. Así las cosas, Antoine Griezmann ya no es el único problema junto a los Samuel Umtiti o Miralem Pjanic, ahora Moriba y Dembélé también son un dolor de cabeza constante, y todos lo son a contrarreloj ya que la temporada echa a rodar en menos de 15 días.