Traicionó al Barça como Neymar, ahora brilla en Alemania y se ha ofrecido al Real Madrid

Hay traiciones que quedan grabadas para siempre, y la afición del Barça, por desgracia, ha tenido que vivir muchas a lo largo de los últimos años, siendo la de Luis Figo la más dolorosa de todas. Pero hay otras que no se quedan atrás, como la de Ousmane Dembélé, que es la más reciente de todas, y por supuesto, la de Neymar Junior, que marcó un antes y un después, y que significó el comienzo del fin de la era Josep María Bartomeu. 

No supo administrar el dinero que recibió por el mago brasileño, que de la noche a la mañana se comprometió con el Paris Saint-Germain, convirtiéndose en el jugador más caro de todos los tiempos, después de que pagaran 222 millones de euros para hacerse con sus servicios, la que era su cláusula de rescisión. Un golpe que fue letal, y del que tardaron mucho tiempo en reponerse en el Spotify Camp Nou, donde esperaban que fuera el sucesor de Leo Messi, y se quedara durante mucho más tiempo.

Aunque el canterano del Santos no fue el único que emprendió el mismo camino, y que se dejó seducir por la propuesta económica que le presentó Nasser Al-Khelaïfi. Porque lo mismo podemos decir de Xavi Simons, que también optó por trasladarse al Parque de los Príncipes, cuando era considerado como el talento con más potencial que había en La Masía, y ya era un fenómeno mediático siendo apenas un crío, y sin haber llegado a debutar en el primer equipo.

No acabó de triunfar en la Ligue 1, y se especuló con un posible regreso al Barça, pero Xavi Hernández y Joan Laporta le cerraron las puertas, al no querer saber nada de traidores. Y ahora brilla en las filas del Leipzig, donde ha explotado todo su potencial y se ha convertido en un crack de clase mundial. Algo que ha provocado que aparezca en la agenda de las mejores escuadras, como el Manchester City, el Liverpool, el Arsenal o la Juventus.

Y el hispano-holandés también se ha dejado querer por el Real Madrid, tras haberse ofrecido personalmente a Florentino Pérez, dejando claro que sería un sueño vestir de blanco.

Esto ya le colocaría como uno de los grandes enemigos del cuadro culé.