Pep Guardiola acabó muy mal con él y para que no vuelva, lo regala por 30 millones de euros
Grealish resurge, pero Guardiola lo quiere fuera del City
Jack Grealish se ha convertido en una de las mejores noticias de la temporada en la Premier League. El extremo inglés, cedido al Everton, ha recuperado su mejor nivel, volviendo a ser un standout de la liga y demostrando la creatividad y confianza que lo hicieron famoso. A sus 30 años, Grealish ha tenido un inicio de temporada excelente, registrando cuatro asistencias en solo siete apariciones, un rendimiento que lo ha hecho sentir estrella de nuevo.
Sin embargo, el Manchester City no lo quiere ni ver de vuelta. El Daily Mail asegura que el Everton podría tener la oportunidad de asegurar los servicios de Jack Grealish de forma permanente por menos de 50 millones de libras el próximo verano. La realidad, según las fuentes internas, es que la relación entre el jugador y Pep Guardiola está completamente rota. El técnico catalán acabó muy mal con Grealish y, a pesar de que pagaron un alto precio por él, nunca contó con el inglés de forma consistente desde hace un par de años.
El regalo de Guardiola y el pánico a su regreso
La ruptura es tan profunda que Guardiola prefiere regalarlo a un club rival antes que arriesgarse a que vuelva a pisar el vestuario del Etihad Stadium. Se habla de que el precio de venta podría rondar los 30 millones de euros (una cifra considerablemente baja en el mercado de la Premier League) para facilitar su salida y asegurar que se quede en Liverpool o se marche a otro destino. Para Guardiola, deshacerse de un jugador conflictivo es más valioso que recuperar la inversión.
La venta de Grealish por esta cifra simbólica, teniendo en cuenta el potencial que está volviendo a mostrar, sería una declaración de principios de Guardiola: su gestión del vestuario y la disciplina están por encima de cualquier coste económico. El City está dispuesto a sacrificar decenas de millones antes que tener de vuelta a un jugador con el que el catalán no quiere cruzarse. El Everton, por su parte, se frota las manos ante la posibilidad de fichar a un crack por un precio irrisorio.
Así pues, Pep Guardiola prefiere regalar a Jack Grealish por 30 millones de euros para asegurar que el inglés no regrese al Manchester City tras el deterioro de su relación con el técnico catalán.