Pedri no quiere hablar, tampoco De Jong, la pregunta es incómoda, Lamine Yamal preocupa
La preocupación crece en el Barça por la exposición mediática del joven extremo
El FC Barcelona vuelve a vivir días de agitación interna por culpa del foco mediático que rodea a Lamine Yamal. El joven de 18 años, llamado a ser la gran estrella del futuro culé, está en el centro de todas las miradas, tanto por su rendimiento como por su comportamiento fuera del campo. Lo que más ha sorprendido en las últimas horas ha sido el silencio de Pedri y De Jong, dos de los pesos pesados del vestuario, que evitaron pronunciarse sobre él al ser preguntados por la prensa tras el último entrenamiento en la Ciutat Esportiva.
El silencio, más que una muestra de indiferencia, ha sido interpretado como una señal de incomodidad. “No es el momento de hablar de eso”, respondió Pedri ante una cuestión directa sobre Yamal. De Jong, por su parte, se limitó a un “preferimos mantener esas cosas dentro del vestuario”. En el club no ha pasado desapercibido que ambos futbolistas prefirieran no defender abiertamente al joven extremo, lo que evidencia que preocupa su gestión personal y mediática.
Exceso de exposición y un entorno que no ayuda
Fuentes cercanas al Barça reconocen que la exposición de Lamine Yamal es desproporcionada para su edad. Publicidad, portadas, apariciones públicas y una creciente presencia en redes sociales han convertido al jugador en una figura mediática antes de consolidarse como profesional. Algunos miembros del cuerpo técnico temen que tanto foco acabe descentrándolo de lo verdaderamente importante: el fútbol.
Desde la dirección deportiva se ha intentado marcar un perfil bajo en torno al jugador, pero el entorno del extremo —familiares y asesores— no siempre han seguido las recomendaciones del club. El propio Hansi Flick ha pedido en más de una ocasión “tranquilidad y protección” para su joven talento, aunque el ruido mediático no cesa.
El vestuario, dividido ante su situación
Dentro del vestuario azulgrana, las opiniones sobre Yamal son dispares. Algunos consideran que necesita tiempo y orientación; otros creen que su entorno le ha hecho creer que ya es una estrella mundial. “Es un chico con un talento tremendo, pero debe entender que en el Barça hay que trabajar cada día para ganarse el puesto”, habría comentado un veterano.
El caso de Lamine Yamal es un recordatorio de los riesgos de la fama precoz. En el Barça saben que tienen una joya, pero también un reto: protegerlo del ruido para que no pierda el rumbo que le llevó a la élite. Si no lo consiguen, el futuro del club y del jugador podrían complicarse más de lo esperado.