No tiene nivel para el Barça y Hansi Flick pide que sea vendido cuanto antes

La pasada temporada, pudimos ver cómo Ronald Araujo mostraba un nivel mucho más bajo del que nos había acostumbrado a lo largo de las campañas que hizo bajo las órdenes de Xavi. El uruguayo dejó de ser ese central sin fisuras para convertirse en un mar de dudas cada vez que tenía que enfrentar a un atacante rápido o con capacidad para generar peligro desde el regate y la velocidad. Una serie de carencias que, sumadas a su reconocida incapacidad para sacar el balón desde atrás, han convertido a Ronald Araujo en el central menos favorito de un Hansi Flick que no se opondrá a la venta del charrúa.

La realidad es que el pésimo nivel de Araujo en la eliminación del Barça en Champions, donde sale en la foto de los dos últimos goles del Inter, dejaron en un muy mal lugar a un Araujo que nunca había destacado por ser frágil a la hora de achicar espacios y frenar los envites de los mejores atacantes del mundo. De hecho, se convirtió en la pesadilla del mejor Vinicius. Sin embargo, con Flick, estamos ante un Araujo completamente diferente.

Deco ya trabaja en la venta de Araujo

Con los pocos entrenamientos de esta pretemporada, parece que Hansi Flick ya ha llegado a la conclusión de que Araujo no tiene el nivel necesario para jugar en el Barça. Cree que el charrúa no tiene esa chispa ni ese liderazgo que lo hacían ser un defensa tan especial. Ahora solamente genera inseguridades en sus compañeros y es una ventaja para los rivales, que pueden presionar mucho mejor cuando Araujo está en el campo y tiene el balón en sus pies.

Todo esto ha llevado a Deco a comenzar a trabajar en la venta de un Araujo que se ha convertido en un auténtico drama. Su salida se presenta como una operación muy complicada. Ya no hay tantos equipos que sueñen con él y la Juventus no parece abierta a poner demasiado dinero encima de la mesa.

Así pues, Flick ha ordenado la venta de un Araujo que ya no tiene el nivel necesario para seguir jugando en el Barça, donde no sirve su incapacidad para sacar el balón jugado ni para defender tirando la línea de fuera de juego.