No espera ni 24 horas para comunicar a Joan Laporta que no quiere seguir en el Barça ni un día más

El futbolista tomó la decisión de dejar el club culé debido a la falta de minutos.

Es un hecho que Ansu Fati no seguirá siendo jugador del Barça. El joven de 22 años no entra en la consideración de Hansi Flick y ni siquiera ocupó un lugar en el banquillo en el duelo ante el Bilbao por la semifinal de la Supercopa de España en Yeda. El alemán decidió prescindir de él, incluso sabiendo que no podía contar con Dani Olmo y Pau Víctor por problemas administrativos. Hasta el juvenil de 16 años Toni Fernández tuvo su lugar entre los suplentes, lo que evidencia que el final del futbolista en el club está cada vez más cerca.

Joan Laporta, por su parte, no ve la hora de que Ansu se vaya de la institución. Actualmente percibe uno de los salarios más altos, un lujo que no puede permitirse el Barça en medio de esta crisis financiera que está generando más de un dolor de cabeza. Así las cosas, habrá que ver si el jugador decide irse en la ventana invernal o espera seis meses sin jugar hasta el mercado de verano.

Joan Laporta lo regala

Ansu Fati tiene el cartel de “en venta” desde hace rato. Interesados no le faltan; el gran problema es que el futbolista no está dispuesto a jugar gratis y quiere que se respete su actual contrato, que es impagable para los equipos a los cuales podría irse cedido.

Entre los interesados aparecen Real Betis, Girona y el Valencia. Xavi García Pimienta había hecho fuerza para que el Sevilla lo fiche, pero quedó descartado por la mala relación que tienen los clubes tras los casos Negreira y Olmo. El contrato de Ansu Fati culmina en junio de 2027, pero parece difícil que Joan Laporta espere hasta esa fecha para desprenderse de su alto salario.

Flick no lo cuenta

El alemán era optimista y creía que Ansu iba a recuperar el nivel que mostró antes de la grave lesión que sufrió en 2021, cuando lo comparaban con Lionel Messi. Sin embargo, con el correr de los partidos, el futbolista empezó a tener problemas físicos que le impidieron alcanzar la regularidad deseada. Así, se le fueron acabando las oportunidades hasta quedar completamente fuera del banquillo de suplentes.

Su futuro está más claro que nunca: no seguirá en el Barça.